La celebración de tres décadas en la colección de relojería Victorinox se llamó I.N.O.X., un modelo de reloj que soporta prácticamente todo, luego de sujetarse a 130 severas pruebas de durabilidad y continuar trabajando cual navaja del ejército suizo.
Hoy, este año, la Casa develó el siguiente paso para I.N.O.X., la incorporación de un brazalete de acero inoxidable de altísima resistencia, tanto que –al igual que la caja– soporta 130 requisitos, los cuales incluyen ser sujeto a: 500,000 ciclos de vibraciones, una caída de 10 metros sobre superficie de hormigón, presión hidráulica de 8 toneladas, la cual es equivalente a que un tanque le pase por encima, además de aguantar altas y bajas temperaturas.
¿Cómo lo logra?
Utiliza una construcción sólida propuesta por eslabones en H que son embellecidos mediante un tratamiento de cepillado, los cuales poseen una mayor resistencia a los arañazos y confieren un aspecto más sport. Sin lugar a dudas, I.N.O.X. exhibe por completo los pilares de Victorinox: fuerza, versatilidad, funcionalidad, atemporalidad, fiabilidad, además de ofrecer calidad accesible para quienes desean portar el buen saber hacer suizo.
El brazalete abrazará a I.N.O.X., un instrumento de relojería de alta precisión animado por un movimiento de cuarzo suizo Ronda 715, que dará vida a las horas, minutos, segundos y fechador, legibles de manera clara, precisa y elegante.