Este mes de septiembre la Maison volverá a recibir a la selecta clientela neoyorquina en sus instalaciones de la 5ta Avenida y la calle 52, uno de los sitios más emblemáticos de Manhattan.
Tras 4 años de renovación el lugar, que fuera concebido por Pierre Cartier, como la extensión de su boutique insignia en París, rue de la Paix, y Londres, en la New Bond Street, nos cuenta su romántica historia.
En 1916 nuestro personaje estaba en busca de un lugar inmejorable para su presencia en Nueva York, y así encontró el número 653 de la 5ta Avenida, que pertenecía a un hombre de negocios llamado Morton F. Plant. El trato cobró un tinte seductor gracias a que la esposa de Morton, Mae, se enamoró de un collar de perlas naturales visto en la -entonces– boutique de Cartier del cuarto piso del número 712. En aquel entonces el collar valía poco más que el inmueble, por lo que sellaron el trato en 1917 dejando encargado al arquitecto Williams Welles Bosworth para proyecto de remodelación del edificio.
A lo largo de los años, celebridades y grandes personalidades como Elizabeth Taylor, Gary Cooper y Grace Kelly adquirieron joyería y relojería en este bellísimo recinto, que ocupó dos años y medio para el desarrollo de la renovación de diseño, demolición, reconstrucción y decoración, para ofrecer 44,100 pies cuadrados de experiencia Cartier divididos en 4 pisos.
Datos para la historia: se utilizaron 43 telares y pieles diferentes para recubrir las paredes, muebles y estantes. El arquitecto Thierry Despont diseñó 35 estantes únicos para la Maison. Existen 30 candelabros basados en el diseño original solicitado por Pierre Cartier. Las tonalidades de madera de roble fueron replicados de los diseños originales y 110 antiguedades fueron adquiridas y seleccionadas por Thierry Despont.