La ejecución del polo no solamente constituye el deporte de los reyes, sino que también requiere de entrenamiento diario, mucha disciplina, constancia y trabajo en equipo. Y así también Cartier, una Maison que trabaja en sus diferentes departamentos de manera integral, logrando con ello el sello artístico en artículos que, en otras firmas serían solamente la construcción de un reloj o el desarrollo de una pieza de joyería.
Así pues, el polo forma parte del ADN de la marca de origen parisino, por lo que el capitán del equipo de Cartier, Jonathan Munroe, no podría trazarse un objetivo menos ambicioso que el conseguir por tercer año consecutivo el famoso trofeo de polo en St. Moritz, es decir, el más prestigioso del planeta en este tipo de superficie.
La escuadra estuvo conformada por Max Charlton, Jamie Morrison y Chris Hyde, quienes no dejaron duda en la nieve tras batir a la escuadra BMW por marcador de 10 – 2.5.