Fiel a su espíritu innovador, Piaget lanzó su primera línea de relojes a principios de los años sesenta ofreciendo carátulas elaboradas a base de las denominadas “piedras duras” que competían con el resplandor de los brazaletes fabricados en oro brillante. Más de 30 diferentes piedras –entre las que destacan el jade, el rubí y la turquesa– han enmarcado estas verdaderas obras de arte que expresan una creatividad sin límites y un alto grado de dominio técnico ya que además, la firma se ha caracterizado por la creación de movimientos ultra-delgados.
Esta herencia única de Piaget, mezcla de experiencia, audacia y pasión, será exhibida en la exposición titulada Gold and color que estará abierta del 12 de agosto 2013 al 31 de marzo de 2014 en la Piaget Time Gallery localizada en el segundo piso de la Boutique de la Manufactura en Ginebra.
Piedras duras, un universo simbólico
Haciendo un poco de historia, Piaget sorprendió en la Feria de Basilea de 1957 con el Calibre 9P de tan solo 2 mm, en ese reducido espacio ofreció nuevas oportunidades para la expresión visual y provocó una auténtica revolución en la industria relojera.
Con la aparición de carátulas elaboradas con piedras duras, Piaget ha forjado una imagen creativa de gran alcance y al mismo tiempo se rodeó de un aura simbólica y poderosamente evocadora ya que en diversas culturas estas piedras tienen un gran simbolismo.
Por ejemplo el jade, muy utilizado en la cultura china, siempre ha tenido un significado muy especial, casi comparable al del oro y los diamantes en el mundo occidental. El jade no solo se utiliza en los objetos refinados y de devoción, sino también para adornar las tumbas de los miembros de alto rango de la familia imperial. Esta piedra es considerada como el símbolo del bien, de la belleza y de todo lo que es precioso. Encarna las virtudes de Confucio: sabiduría, justicia, compasión, humildad y coraje.
El ópalo se encuentra en el corazón de un sinnúmero de leyendas relacionadas con su composición y con la dificultad de la configuración de él. La humanidad siempre ha creído en el poder curativo de ópalo, que es también un símbolo de la pureza.
La turquesa se utiliza en joyería desde hace milenios, y en particular por los egipcios, se cree que sirve para proteger y es muy utilizada como amuleto de la suerte. Su color azul evoca a la vez al cielo y al agua.
El rubí es una de las piedras más duras y por lo tanto más difíciles de trabajar, se dice que protege a las personas de las malas influencias y se distingue por su intenso color púrpura caliente.
Se dice que el coral garantiza cosechas fértiles. En la Edad Media, la gente solía ocultar un trozo de coral en el bolsillo como un amuleto de la suerte. En la antigua China, los corales estaban de riqueza y estatus social alto.
Cada piedra tiene sus propios secretos y la variedad de colores es prácticamente infinita. Piaget muestra una destacada habilidad en la exploración de todo el espectro a través de diversas creaciones que ofrece una mezcla de elegancia y exclusividad.
Hoy en día, Piaget es una de las pocas empresas que siguen perpetuando la profesión de joyero-artesano. Esta habilidad se cultiva en un taller totalmente dedicado a este arte y en el que se almacenan numerosos prototipos de pulseras.