De qué sirve la historia de la relojería o de cualquier otra disciplina artística si no se atesora, se presume y se comparte, bueno, en el caso de Audemars Piguet, ¿nos podemos imaginar las piezas más complicadas de alta relojería sin un escaparate para lucirse? Por supuesto que no, puesto que el legado independiente y de creación desarrollado en Le Brassus jamás se ha perdido, por el contrario, impulsa la creación de las nuevas generaciones horológicas de la casa.
Su museo, inaugurado en 1992 y llamado Maison des Fondateurs, forma parte del patrimonio de la marca y se protege cada vez que se necesita, su última ampliación tuvo lugar en el 2004, y alberga alrededor de 1300 piezas que dan vida a la relojería de AP, pero que también presumen innovaciones previas a su fundación en 1875. Dicho museo comenzará con su renovación este año, misma que lo convertirá en la futura Maison des Fondateurs de Audemars Piguet. La casa combinará espacios de exposición (cerca de 400 relojes expuestos) con varios talleres, espacios de recepción y de reuniones, así como una estructura dedicada a la conservación profesional de archivos, mismos que son reiteradamente consultados para la planeación de nuevas colecciones o adaptación de los productos horológicos que ofrece la Manufactura.
La familia Audemars Piguet no podría estar más satisfecha con el inicio de este proyecto, y así nos lo demuestra Jasmine Audemars, Presidenta del Consejo de Administración de Audemars Piguet:
«Estamos encantados de anunciar el inicio de nuestro nuevo proyecto en relación a la Maison des Fondateurs. La Maison des Fondateurs, lugar para compartir la pasión relojera y nuevo emblema de Audemars Piguet, simboliza el profundo apego de la marca a sus orígenes y también su espíritu independente y vanguardista».
La importancia de estas nuevas instalaciones está a cargo de BIG, un estudio de arquitectura especializado, que entiende a su disciplina como algo más que trazos y concreto, sino como una construcción artística. Así nos lo confirma Bjarke Ingels, Fundador:
«La relojería, como la arquitectura, es el arte y la ciencia de revivir la materia inanimada con inteligencia y maestría. Es el arte de imbuir metales y minerales con energía, movimiento, inteligencia y medida – para darles vida y que den la hora. A diferencia de la mayoría de las máquinas y edificios actuales que no tienen conexión entre el cuerpo y la mente, el hardware y el software, para la Maison des Fondateurs hemos intentado integrar completamente la geometría y el rendimiento, la forma y la función, el espacio y la estructura, el interior y el exterior en una absoluta simbiosis»