Si bien la calidad de cada instrumento Montblanc no tiene «fugas», y su construcción, diseño y durabilidad han sido probados previo a la exhibición de los mismos y antes de su venta. El valor agregado inherente a una boutique debe replicar este mismo cuidado por sus colecciones y líneas de producto.
Inspirado en los valores de la marca, y en cada uno de los universos que profesa la firma a través de su: peletería, relojería, joyería, e instrumentos de escritura, Duchaufour-Lawrance (foto), especialista en diseño de espacios, construyó un ambiente basado en una estética pura y despejada, con una mezcla de blancos, negros y maderas, que refuerzan con ello la calidez del sitio de exhibición.
Temática tripartita
Escritura en cursiva, asociada con el inicio de la Casa y las curvaturas de la vida, que evocan el movimiento de la caligrafía como en la cultura humana; emblema Montblanc, inspirado por la corona de nieve del Mont Blanc y símbolo de los estándares de perfección, finalmente, el tercer elemento es la pasión artesanal que vive cada uno de sus ateliers, formado por una familia de diestros artesanos que transforman los materiales más refinados en obras de arte contemporáneo.
Finalmente destacamos que la primer boutique reconfigurada con este nuevo concepto abrió sus puertas en Taipéi (fotografías), pero tenemos una buena noticia. El Palacio de Hierro de Polanco, conocido como «El Palacio de los Palacios», cuenta ya con un sitio de privilegio, muestra de la importancia que México representa para las operaciones de Montblanc en el planeta.