Con motivo de la presentación del bólido aeroespacial-terrestre-motorizado, «A.K.A» B-Rocket, Bell & Ross organizó una velada en exclusiva para clientes con invitación, prensa y socios de la firma de origen francés. Año con año nos llega la noticia del disfrute y diversión que se vive gracias al incomparable ambiente que ofrece «La Ciudad del Pecado», es por ello que comunicaremos, con un poquito de envidia –de la buena– las sonrisas y emociones vividas al interior del hotel Wynn de Las Vegas.
Producto de la asociación que Carlos Rosillo y Bruno Belamich iniciaron con la compañía Shaw Harley Davidson, la motocicleta concepto evoca la modernidad de los años 60, en donde todo mundo quería ir cada vez más rápido, particularmente en Estados Unidos con el surgimiento de los Muscle Cars ¿lo recuerda?
Sea ex-hippie o no, esa década marcó una época que hoy en día continúa inspirando a los artistas para descubrir su lado salvaje y entregarnos una pasión que viene acompañada de la innovación posibilitada por las tecnologías del momento, una de ellas, la utilizada en cada instrumento Bell & Ross, piezas de horología que inspiran a toda una industria para conquistar un vuelo superior en cuanto a diseño y prestaciones.
La B-Rocket presenta un diseño inspirado en el cohete, mientras que su cuerpo –totalmente aerodinámico– está diseñado para cortar la resistencia del viento e impulsarse como bólido a través de los lagos de sal del desierto de Utah. Finalmente, como cereza en el pastel, mencionaremos que este proyecto viene acompañado de dos modelos sumamente atractivos, el BR01 y el BR 03; el primero está animado por un movimiento mecánico de cronógrafo, mientras que el segundo exhibe las horas, minutos y segundos, pero además presenta una indicación de la reserva de marcha. Protegidos por un «chasis» de acero con acabado guilloché y abrazados a la muñeca gracias a una correa de piel de cocodrilo con pespunte negro, los nuevos instrumentos para medir el tiempo te inspirarán a ir cada día más rápido, más lejos, más… Bell & Ross.