Las novedades de la marca marcan la potencia del producto y la gran respuesta del Cricket, un reloj de pulsera que cuenta con la complicación de función despertador, y que en esta ocasión se ha incluido en la caja del Aviator, una línea que el año pasado se presentó con mecanismo de cronógrafo.
Hoy las referencias cuentan con un diámetro de 42 mm y carátulas negra u opalina, mientras que son herméticas a 10 ATM y entregan una alarma de duración a 20 segundos, mientras que al mismo tiempo indican la hora, minuto, segundo y fechador. También pudimos observar nuevas configuraciones para su emblemático Presidents Watch, y una edición limitada a 99 piezas del Heiner Lauterbach, adornado con una carátula madreperla.
Finalmente, la pieza artesanal de este año dibuja al Dios Vulcano, quien es ejecutado por cloisonné en un dial animado por el movimiento mecánico automático de 42 horas de reserva y 18,000 alternancias por hora, una pieza que hay que ver con la lente para disfrutar.