El año chino del caballo ha llegado y Ulysse Nardin rinde homenaje al espíritu de este majestuoso animal a través de su modelo Classico Horse. Al igual que los caballos salvajes, este es un reloj de naturaleza independencia. Poderosos, autodeterminados y salvajes, así son los caballos que parecen galopar en la carátula de este reloj a lo largo de amplias llanuras y majestuosas montañas.
Tal como ocurre con todas las piezas esmaltadas de Ulysse Nardin, el Classico Horse fue elaborado siguiendo un delicado trabajo artesanal. Por más de 25 años, la Manufactura ha dotado de realismo a sus carátulas a través del raro arte del esmaltado. La adquisición en 2011 de su colaborador de mucho tiempo y famoso esmaltador Donzé Cadrans, le permitió a Ulysse Nardin convertirse en uno de los pocos fabricantes de relojes dedicados a este altamente especializado y ancestral arte.
En especial para el Classico Horse, Ulysse Nardin emplea el método champlevé intrincado donde las diferentes capas han sido talladas con cincel directamente en la carátula para ser llenadas con esmalte. Su paleta de colores –negro, blanco, beige, gris y verde– se crea a partir de diferentes óxidos metálicos, que representan a la perfección el paisaje natural. La pieza entonces se calienta hasta que se derrite el esmalte y se pule cuando la superficie se enfría. El resultado: una excepcional creación producida por las manos de los maestros artesanos.
Esta es una edición limitada a 88 piezas en oro rosa de 18 quilates, el Classico Horse de 40 mm cuenta con el movimiento automático UN -815, visible a través de una ventana de cristal de zafiro que se encuentra en el reverso de la caja. El reloj ofrece una reserva de marcha de aproximadamente 42 horas y cronómetro certificado por el COSC.
Sin lugar a dudas, el Classico Horse es una pieza emocional, símbolo de una libertad equilibrada por la autodisciplina.