Este año en Baselworld la gran propuesta de la marca es sin duda su nuevo GMT de manufactura. Sin embargo, lo que viene de requerimiento por parte de los puntos de venta a nivel mundial y como tendencia internacional son las adiciones de nuevos tamaños para contar con un mercado más amplio.
El nuevo Tudor Black Bay Fifty-Eight ya está impulsado por el movimiento MT5402 de manufactura de Tudor, pero además está construido en una caja de 39 mm de diámetro frente a los 41 mm anteriores. El tamaño cobra más relevancia aún cuando se tiene en cuenta que la pieza esencialmente es un reloj de buceo.
Mire el perfil, la carrura ha sido minimizada para posarse de manera más confortable en la muñeca. Su perfil es de 11.9 mm de grosor vs los más de 14 del modelo de 41 milímetros. Y es que realmente ¿cuándo utilizamos el reloj para buceo? Estando en el yate, en la plática con los amigos, etcétera. Hace años que dejaron de utilizarse como relojes de herramienta, por lo que la estética cobra importancia y, si bien podrá fungir como compañero incansable de nuestras aventuras oceánicas, el acercamiento es más hacia un reloj que marque nuestro estilo de vida fuera del agua.
En cuanto a estética y estampa, Fifty-Eight emplea un color dorado utilizado para el bisel, las agujas y los indicadores, mientras que la corona se inspira en las piezas emblemáticas de los años 50.
Disponible con brazalete de acero, correa d acero estilo remache de Tudor, una correa de cuero marrón o una correa de tela negra con una franja central dorada, Black Bay Fifty-Eight se ofrecerá ideal para las muñecas delgadas en países de talla chica, si es que consideramos que la relojería ha crecido en dimensiones sustancialmente.
Recordaremos que el calibre MT5402 goza de certificación COSC y ofrece hasta 70 horas de autonomía con espiral de silicio para ofrecer un rendimiento amagnético.