Pensar en relojería, es viajar en el tiempo. Si bien actualmente las innovaciones son una constante, es imposible no mirar hacia atrás para contemplar momentos claves de la historia. Por esta razón, Arnold & Son reconoce al afamado relojero inglés del siglo XVIII, John Arnold, de la mejor manera posible: con un reloj certificado por COSC, el Tourbillon Chronometer 36.
¿Por qué hacerlo? La Casa Relojera celebra el hito histórico que representa el Cronómetro n.° 1/36 o “Arnold 36”, construido en 1778. Veamos qué lo hace especial: fue el primero en ser llamado cronómetro, denominación del mismo Arnold, tras ser probado en el Observatorio de Greenwich en 1779.
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Tourbillon Chronometer 36
Para conocerlo a fondo, la marca destaca las siguientes características. Manteniéndose fiel a la tradición inglesa, las ruedas, los barriles, el Tourbillon están montados cada uno en su propio puente. Los puentes triangulares de varios niveles están en su mayoría esqueletados.
El Tourbillon, que se puede ver desde la parte posterior, está sostenido por un puente superior esqueletado y pulido como espejo. La jaula del Tourbillon cuenta con mínimo 58 componentes.
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Esta pieza integra el movimiento de la casa A&S8600. La placa principal está pulida con chorro de arena de grano ligero, NAC tratado, y está engastada con chatons de oro blanco de 18k pulidos a espejo. Las ruedas del tren de engranajes tienen un acabado satinado, mientras que los tornillos están biselados y cuentan con cabezas pulidas. Los puentes están satinados tratados con paladio.
Finalmente, la caja tiene el diseño de tres radios que da una vuelta en 60 segundos. Como cereza del pastel, cuenta con una reserva de marcha de 90 horas. Sin duda, un reloj digno de un legado que prevalece con los años, y siempre lo hará.
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