El 17 de noviembre Jack Heuer celebra 85 años de vida. Y quien fuera el creador de icónicas piezas como el Carrera, recibirá una Edición Especial de un Autavia creado por él, un cronógrafo al que revivió durante su gestión dotándole de nuevas prestaciones en 1962. En homenaje a su legado y a su papel fundamental como jefe de la Casa durante los años críticos de la horología del siglo XX, TAG Heuer decide presentar sus respetos a una leyenda de la industria relojera helvética.
Autavia
El legendario cronógrafo fue creado para equipar a los pilotos de carreras de la década de los 60, pero también para fungir como un elemento de precisión a favor de los apasionados del aire. TAG Heuer y Jack Heuer, Presidente honorario de la marca, se congratulan de presentar una Edición Limitada a 1932 ejemplares, cifra que coincide con la fecha de nacimiento de Jack.
En 1933, Heuer diseñó la primera regla de cálculo enfocada en el deporte motor y la aviación; con ello surgió Autavia, un nombre que proviene de la unión de AUTomobile y AVIAción. Jack Heuer fue fundamental para la recuperación de este instrumento, ya que en 1962 le asignó un bisel giratorio que posibilitaba múltiples operaciones a los pilotos de la década. El instrumento volvió a salir de producción en 1986, y a resurgir este 2017 en la Feria de Baselworld.
Asimismo, el número 1/1932 de la edición de colección, será parte de los relojes excepcionales presentes en la subasta «Heuer Parade».
«La historia del Autavia constituye un drama poderoso, lleno de giros y cambios. Es uno de mis máximos logros en la industria relojera, pues le convertimos en uno de los mejores y más exitosos cronógrafos de la época, por lo que esta colección guarda un lugar especial en mi corazón. Fue la primera pieza que pude diseñar, y estoy orgulloso de decir que será la última»: Jack Heuer.
Particularidades
Diseño propio de Jack, el reloj es tan moderno como fiel a sus raíces, a los códigos estéticos que presentaba la marca durante la década de los años 90. Sin embargo, las nuevas prestaciones destacan la contemporaneidad de una referencia que se adapta a los coleccionistas de este nuevo siglo. Su caja luce 42 mm de diámetro, en comparación con los 39 mm de la pieza original. Mientras que en el interior destaca un calibre de cronógrafo mecánico automático que responde al nombre de Heuer-02, y que ofrece hasta 80 horas de autonomía.
En cuanto a la caja, desarrollada en acero inoxidable, el bisel dentado bidireccional está hecho en aluminio negro, tonalidad que se repite en los totalizadores y el segundero permanente situados a las 3, 6 y 9 horas.
Asimismo, la pieza brinda una elegancia y pureza excepcionales, pues se abraza al pulso mediante un brazalete de acero a juego que combina el pulido con el satinado en sus acabados, y cuya tonalidad se replica desde la carátula, ofrecida en color plata.