TAG Heuer Monaco Heuer 02 hace su aparición este 2020 con carátula negra y con la adición de un brazalete de acero inoxidable con acabados pulido y cepillado.
Monaco Heuer 02
La importancia es máxima, ya que ahora el calibre automático de manufactura está disponible dentro de un Monaco. Se trata de un movimiento que vibra a 4 Hz y ofrece una autonomía de 80 horas de reserva de marcha. Su construcción moderna permite la eficiencia energética mencionada y un desempeño prácticamente imperturbable.
Sin embargo, más allá de la mecánica, el nuevo Monaco presenta una carátula renovada, pero claramente inspirada en los primeros Monaco. La técnica de rayos de sol PVD azul radiante se complementa con un brazalete de acero inoxidable de tres filas con acabados pulido y cepillado. Además de la cara azul, este 2020 el dial presenta un color negro como parte de la adición a este clásico. Los contadores de opalina plateados actualizados a las 3 y 9 h en punto, ocho índices trifacéticos y un nuevo segundero permanente por encima de la fecha a las 6 h en punto. Los acentos rojos en las agujas de los contadores y trotadora mejoran el diseño deportivo de la pieza.
TAG Heuer Monaco Heuer 02, ficha técnica
- Caja: 39 mm de acero inoxidable, cristal de zafiro en ambas caras, corona a rosca
- Movimiento: mecánico automático de cronógrafo manufactura
- Calibre: Heuer 02
- Frecuencia: 28,800 a/h
- Reserva de marcha: 80 horas
- Funciones: horas, minutos, segundos, fechador y cronógrafo
- Caja: 39 mm de acero inoxidable
- Carátula: negra cepillada con efecto estrella; azul con rayos de sol, totalizadores plateados y Super-LumiNova®
- Funciones: horas, minutos, segundero permanente a las 6 h y contadores de horas y minutos
- Hermeticidad: 100 metros
- Correa: brazalete de acero inoxidable de tres filas o piel de cocodrilo color negro con cierre desplegable de acero.
Breve historia del Monaco de TAG Heuer
Un 3 de marzo, pero de hace 50 años, la relojería no volvería a ser la misma. Justo ese día, celebramos la creación del primer cronógrafo mecánico automático propuesto en caja de acero inoxidable en la forma de un cuadrado y con un nivel de hermeticidad superior. Un verdadero hito que comenzó a desarrollarse muchos años antes y que buscó competir en reflectores con el icónico El Primero de Zenith, del cual también celebramos su creación en esta edición.
Presentado simultáneamente en Ginebra y Nueva York el 3 de marzo de 1969, el Heuer Monaco es el primer reloj cronógrafo automático cuadrado y hermético de la historia de la relojería suiza. Esta pieza, al momento de debutar, proponía diferencias a los convencionalismos estéticos y prácticos de la relojería previa al auge del cuarzo. En este sentido, la recepción del crono fue pobre, siendo severamente criticado por la prensa en ese entonces, pero probando su valía como un verdadero revulsivo.
El nombre: Monaco
Jack Heuer estaba convencido de que las carreras automovilísticas eran la vía adecuada para promocionar relojes, incluido el modelo Monaco. Quiso que los relojes (y los dispositivos de medición temporal utilizados en tableros de mandos) que produjera su empresa estuviesen vinculados a nombres y lugares relacionados con las grandes carreras. Así, esta pieza recibió su nombre por el célebre y glamuroso Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco. TAG Heuer es el Reloj Oficial del Museo del Automóvil de Mónaco y tiene estrecha vinculación con el Automobile Club de Monaco.
Sus Embajadores
Siffert fue el primer piloto de autos en ser nombrado Embajador de una marca, dando inicio a una relación que hoy día describimos como natural, pues no se entiende el deporte motor sin una marca de relojes asociada, y Siffert fue el pionero. El piloto suizo coronó grandes actuaciones en los mundiales de resistencia e hizo lo propio en F1, hasta antes de su muerte en 1971. A Siffert lo relevó The King of Cool, Steve McQueen, quien tomó protagonismo en esos años tras haberse consagrado como icono de la velocidad con Bullitt y filmar Le Mans en 1971 con un Monaco en el pulso.
¿Por qué se hizo leyenda?
El reloj rompe totalmente con los códigos estéticos de la relojería tradicional. Destaca por su gran caja cuadrada de ángulos rectos, su carátula de color azul metálico, su cristal de plexiglás abombado y, sobre todo, su corona situada a la izquierda, que en aquella época significaba que el reloj se remontaba de forma automática. En el interior debutó el Calibre 11, movimiento mecánico automático de gran ejecución en el interior de una caja cuadrada. Este movimiento de cronógrafo automático también se empleó en la colección Carrera y en la famosa Autavia, pero sin duda será recordado con Monaco, hoy y siempre.
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Continúa con: TAG Heuer Carrera 42 mm.
