La historia del Aquaracer comienza a partir de la primera caja hermética creada en 1892, por Eduard Heuer, misma que fue acreedora a una patente que le otorgó el éxito inmediato. Desde ese momento, dicha colección de TAG Heuer no ha dejado de evolucionar hasta convertirse en un legendario emblema de la Alta Relojería.
Este año, la firma lanza por primera vez una colección de relojes elaborados completamente en cerámica, con tres nuevas versiones del célebre Aquaracer Lady 300M, mismas que están dedicadas especialmente a aquellas mujeres que buscan el toque de elegancia para sus instantes más memorables.
Dependiendo de cada personalidad, hay una versión en blanco y otras dos en negro disponibles, todas con un toque de exclusividad que proveen detalles exquisitos por medio de diamantes acentos en oro rosa. Dentro de su caja de 35 mm –superior a los 27 y 32 mm de años anteriores– es posible hallar un movimiento de cuarzo de alta precisión.
Su volumen armonioso combina elegancia y carácter, por ello es la principal característica de este reloj deportivo con hermeticidad hasta a 300 metros de profundidad. Su bisel de 12 facetas giratorio unidireccional se une a una corona enroscada, a amplios marcadores luminiscentes, a las agujas y al fondo también enroscado para proveer hermeticidad, visibilidad y una funcionalidad sin igual.
Uno de los secretos de resistencia del Aquaracer Lady 300M es la cerámica, ya que este otorga un tacto suave y con amplia dureza que resiste a arañazos y conserva su color original sin oxidarse. Además, es hipoalergénico y más ligero que el acero para otorgar máximo confort, aún después de diez o doce horas de uso. Todo sujeto a la muñeca mediante un brazalete de tres hileras de cerámica negra o blanca.