El año dio comienzo, y la espera por conocer las novedades más exclusivas de Jaeger-LeCoultre terminó al momento de presentarnos los nuevos elementos que conforman a una de las colecciones más hermosa y emblemática de la firma. Dos modelos, dos mundos distintos llenos de elegancia que inspiran el camino de cualquier amante de la Alta Relojería llegan a la colección Reverso Tribute.
Reverso Tribute Moon
Tan simple como complicado. El nuevo Reverso Tribute Moon, presenta en su interior una serie de complicaciones dignas de ser admiradas por los seguidores más fieles de la Casa Relojera. Este modelo que con su espíritu del 1931 se caracteriza, nos envuelve en un mundo lleno de lujos gracias a su diseño vintage y sus líneas icónicas del primer Reverso.
La caja hecha de acero, resalta la belleza de su carátula pateada con acabado granallado, la cual se acompaña de los índices azulados aplicados a mano. En punto de las 6 h, se aprecia un disco de la luna martillado a fin rendir homenaje a la evolución de la noche en medio de una bóveda estrellada. El segundo huso horario perteneciente al concepto Duoface, es activado por medio de un gatillo discreto adaptado en la parte superior de la caja a fin de mantener la estética elegante de la línea. Por último, el Reverso Tribute Moon añade un indicador de día y noche y la carrera del sol y de la luna.
Reverso Tribute Duoface
El nuevo Reverso Tribute Duoface, rinde homenaje a la elegancia discreta con la que se caracteriza Jaeger-LeCoultre. La finura y los acabados más sutiles, hacen de esta pieza algo admirable y encantador. Diseñado en una caja de oro rosa con dos carátulas que contrastan por sus diferentes husos horario, este modelo al igual que al anterior, rinde homenaje al concepto Duoface.
La delicadeza del nuevo Reverso Tribute Duoface, se engrandece gracias a su carátula finamente granallada con índices aplicados a mano y un segundero pequeño en punto de las 6h. Al reverso del reloj, la hora local aparece visible sobre una carátula gris antracita con acabados guilloché clavos de París y en el centro se deja ver un acabado opalino con un indicador de día y noche situado en la parte inferior.