Cuando un producto funciona no hay necesidad de cambiarlo, pero sí de mejorarlo. Concord lo hizo de nuevo y reconfiguró un modelo que hace 6 años revolucionó a la industria en términos de diseño. Su caja masiva y su poderoso ADN le aseguraron un sitio entre los preferidos de un mercado juvenil muy dinámico. Hoy, la casa relojera suiza, realiza una hazaña igualmente excepcional con el lanzamiento del nuevo C1.
Mucho más seductor, dicho cronógrafo certifica la dinámica evolución de un diseño emblemático en perfecta sintonía con el espíritu de nuestro tiempo, y a la vez conserva el patrimonio genético y la naturaleza vanguardista de su predecesor de dimensiones ligeramente más grandes —incluyendo el bisel característico compuesto por los célebres ocho elementos (hoy confeccionado en titanio o en cerámica), el calibre A07, la carátula de diseño refinado, una ejecución perfecta y la sutil combinación de materiales high-tech—.
Pero lejos de los cambios de diseño, Concord nos sorprende a través de condiciones mejoradas en función de una manipulación mucho más práctica: la corona se encuentra reducida y su nueva talla se ajusta perfectamente a la muñeca al tiempo que aporta una destellante demostración a lo esencial.