La nueva generación del HM5 no solo utiliza nuevos materiales, sino que busca la innovación a la que pocos tienen acceso para entregar una pieza que no solamente presente un movimiento completamente hermético, sino que además luzca imponente debido a su ausencia de color, es decir, la tonalidad negra con tratamiento pulido.
¿Cómo hacerlo?
Sin duda la primer respuesta sería el PVD, no obstante este revestimiento no protege a la caja y luce no puede pulirse, es por ello que MB&F continúo en la búsqueda del proveedor específico que pudiera entregar la satisfacción visual y de producto que miramos en la imagen: HMB CarbonMacrolon.
El tiempo de research & developement dedicado a este material como principal procurador de la estética de la máquina seriada con el número 5 alcanzó los 18 meses, debido a que se trata de una resina de policarbonato negro reforzado con nanotubos de carbono. Este material está derivado del Makrolon® desarrollado por Bayer, pero a fin de utilizarse como recubrimiento estético y altamente funcional, MB&F solicitó la transformación del mismo gracias a los nanotubos de carbono, que además ofrecen prestaciones superiores a las de la fibra de carbón con una dureza equivalente al acero y que puede pulirse sin complicación alguna.
Asimismo, y trasladándonos un poco a la pieza, la relación entre la industria del automóvil y la relojería es tal, que cuando un modelo se presenta, inmediatamente surgen las posibilidades de adaptarlo, modificarlo, personalizarlo y realizar ediciones adicionales en calidad de especiales. Es decir, ningún automotor cuenta con una sola versión hoy en día, y es así que MB&F entiende que el mercado no solo necesita de piezas de altísima relojería, sino de aquellas que despiertan nuestra pasión con solo mirarlas.
Maximilian Büsser, ha decidido presentar una edición de su poderoso HM5 (Horological Machine No. 5), la cual posee un movimiento de visualización vertical y ampliado, completamente hermético y que recupera la época digital de los años 70, al tiempo que se anima gracias a un movimiento íntegramente mecánico de carga automática. Adicionalmente, las horas saltan a la “carátula”, que más bien parecería la parrilla de un bólido.
La clave reside en la flexibilidad que puede conseguirse con un movimiento desarrollado por Jean-François Mojon y Vincent Boucard de Chronde, que es resistente al agua, polvo y corrosión. Es así que las propiedades del CarbonMarcrolon han sido añadidas a la de por sí increíble carrocería.
Finalmente destacamos la coloración púrpura iridiscente presente en el rotor exhibido en el anverso de la caja, mismo que está fabricado en oro de 22 quilates y entrega una autonomía de hasta 42 horas a 4 Hz. Al interior trabajan 224 componentes, mientras que para la caja se han utilizado 80 piezas, mismas que incluyen tubos de escape para drenar el agua y un pulsador que abre y cierra las ventilas de la pieza, como si se tratara de un techo panorámico.