La Luna simboliza mucho más que un Astro intrascendente, pues en realidad determina mareas, ciclos de cosecha y, en ocasiones, hasta estados de ánimo. Así también en la relojería juega un papel fundamental, no solo por estética y su aporte a una pieza que exhibe y recuerda el tiempo, sino también en cuestión de marketing.
Al vestir la carátula con una Luna que duplica los movimientos del Satélite natural se brinda importancia a la cultura humana, al tiempo de entregar un elemento adicional que representa los avances más importantes del ser humano tras su conquista en 1969 y, al mismo tiempo, es símbolo de amor, e inspiración de arte y cultura para nuestra raza humana.
Frédérique Constant decidió rendir un homenaje a la Luna hace apenas un par de años con su calibre de manufactura de construcción delgada (FC-705), y este año ha utilizado el mismo motor (FC-703 *ligeramente modificado) para situarlo en una caja de 38 mm de diámetro, engastada con 60 diamantes entre bisel e índices. Descubre tu pasión por la Luna gracias al nuevo Slimeline Manufacture de Frédérique Constant, animado por un confiable calibre in-house y embellecido por los diamantes.