Los deportes y las disciplinas evolucionan, el hombre cada día es más rápido, busca continuamente romper los récords propuestos por otros deportistas y se entrena para lograrlo, este mismo espíritu se lleva en Longines, y le jha impulsado a la generación de piezas relojeras que sean capaces de evolucionar con la humanidad, a fin de poder cronometrar sus disciplinas con total precisión.
Lo sucedido en las carreras de caballos en donde la diferencia entre ser primer lugar y convertirse en el primero de 
los perdedores, se replica en la emoción del deporte alpino del esquí, pues en cuestión de centésimas una competencia puede determinar al ganador y a los «segundones» cuando se compite en los olímpicos de invierno, por ejemplo.
Es así que Longines creó un cronógrafo capaz de alcanzar la centésima de segundo, y le dotó de una estética extraordinaria basada en el acero noble de su caja y brazalete, al tiempo de conferirle una carátula antracita con motivos deportivos en agujas, totalizadores y trotadora.
La pieza está animada por un movimiento de cuarzo L440 desarrollado por ETA, mientras que el motor se encuentra al interior de una caja –de 41 mm– de acero inoxidable con acabados pulido y cepillado, mismos que se replican en el brazalete de la pieza que además incorpora un cierre desplegable de triple seguridad. Finalmente debemos mencionar que Longines ha sido cronometrador de incontables hazañas deportivas desde 1878, cuando lanzara una línea de cronógrafos dedicados a los deportes alpinos, por lo que la nueva línea Conquest 1/100th Conquest Centième responde a las necesidades de precisión de quienes practican este deporte como modus vivendi.
Conquest 1/100th Alpine Skiing
