Tras su presentación en el SIHH 2016, sabemos que Lange 1 en caja de oro blanco de 18 quilates será todo un éxito… Su distribución de información le hacen único, un icono de la relojería contemporánea y de la Casa de Sajonia tras la nueva era propulsada por Walter Lange y Günter Blümlein.
Códigos estéticos: en su carátula llama poderosamente la atención la apertura de la fecha y el número 25 (25 de octubre de 1994), en señal legendaria del día después de la presentación de la nueva colección de A. Lange & Söhne, lo cual fue idea de Blümlein, para así empatar con los diarios de la época, mientras que las horas y minutos aparecen mediante una subcarátula situada a la altura de las 9 h, el segundero hace lo propio a las 5 y la reserva de marcha indica cuánta cuerda resta en el barrilete en punto de las 3 horas. Dicha estructura fue inspirada por la Casa de la Ópera Semper, en Dresde. En este recinto musical, los minutos del gran reloj cambian en una ventana doble cada cinco minutos, por lo que los asistentes viven impacientes a que de inicio el espectáculo mirando siempre el número (55).
Este reloj fue desarrollado por Johann Christian Friedrich Gutkaes, relojero de la corte para entonces, mientras que su asistente era Ferdinand Adolph Lange, no obstante el reloj fue destruido en dos ocasiones, la primera en 1878 producto de un incendio accidental, tras lo que Ludwig Teubner, ex empleado de Gutkaes recuperó el reloj apegado al original, y en una segunda ocasión en la Segunda Guerra, recuperándolo nuevamente en 1985 para situarlo al centro del escenario en la parte superior.
*Lange 1 sobre un dibujo del reloj de los «cinco minutos».
Nuevo motor: el pasado año fue presentado un nuevo calibre de manufactura, el L121.1, mejorando la precisión del gran fechador saltante. La carga se da de manera manual, cuenta con un escape de áncora tradicional con oscilador de volante excéntrico antichoques que oscila a una frecuencia de 21,600 a/h por –al menos– 72 horas de autonomía con toda la cuerda dada.