La colección Portofino recibe un par de piezas adicionales a su ya de por sí robusta línea, que encuentran cabida gracias a nuevas variantes y animaciones estéticas que, estamos seguros, representarán un éxito para la marca.
1984, nacimiento del Portofino
Desde que se presentó ha sido suceso para la firma a nivel comercial por lo que, en este 2018, se ha buscado reforzar la propuesta a partir del emblemático calibre manufactura de remonte manual y 8 días de autonomía.
En cuanto a funcionalidades, la carátula del Portofino Hand Wound Eight Days muestra las horas, minutos, segundos y la reserva de marcha, con lo que se recuerda al propietario cuando es el momento de remontuar.
El calibre de manufactura es el reconocido 59210, un motor capaz de entregar 192 horas de reserva de marcha a una frecuencia de 28,800 a/h. Cuenta con una espiral Breguet que se enrosca respetando la tradición excepcional de la más bella relojería. Mientras que en esta pieza, sus acabados de Alta Relojería, como lo son un hermoso Côtes de Genève pueden ser admirados en el fondo de la caja gracias a la adición de un cristal de zafiro.
Este 2018 se adiciona una correa de gamuza color gris, a juego con la carátula color pizarra. Este tipo de material ha sido utilizado por vez primera en la marca, buscando refrescar una línea según la preferencia de los clientes en nuestros tiempos, sin despegarse de los pilares estéticos de la línea.
Otra combinación que sucede también es la de la inclusión de un brazalete de malla milanesa con la carátula azul, coloración que ya no es más un trend, sino un must have.