A simple vista parece un reloj de cuarzo, pues es éste tipo de regulador el que ejemplifica de manera electrónica lo que realiza la mecánica relojera en un dispositivo de segundero muerto. Una complicación que, de a poco, va renaciendo en el gusto de los coleccionistas de relojería, pues para entender el mecanismo se debe ser docto en la materia de «horología avanzada». No terminamos de acostumbrarnos al True Second de Jaeger-LeCoultre presentado en el Geophysic®, cuando hablamos de Jaquet Droz, sin duda una solución exclusiva de Casas de la más alta talla relojera como este par de titanes.
¿Qué sucede y por qué sucede?
En un reloj mecánico el segundero circunda la carátula de manera –aparentemente– lineal, es decir, parece deslizarse sobre la totalidad del dial. Sin embargo da una serie de brincos prácticamente imperceptibles de acuerdo a la frecuencia que le dicta su órgano regulador (alternancias por hora – semioscilaciones). Ahora bien, en la época de la ilustración las cortes reales solicitaron a los relojeros que el segundero marcara exactamente «los segundos» sobre la carátula (historia reiterativa en la invención de las complicaciones), dando un salto correspondiente a los «60» que comprenden la duración de un minuto. Generalmente esta solución añade un número de componentes que reciben el ritmo del volante y lo promedian para empujar la manecilla en coincidencia plena con el segundero. En este caso, el efecto puede ser conseguido con un sistema de escape (dead beat) o de impulso muerto, o incluyendo una rueda adicional conectada a la aguja de los segundos para liberarla en este ritmo de tiempo. En éste particular, la meta se ha alcanzado gracias al proceso LIGA, realizando una rueda con 10 dientes en lugar de 30, solución dramáticamente ingeniosa.
Desarrollado en oro rosa de 18 quilates, el objeto es bello, atemporal y decididamente poético, tanto como el mecanismo que late en su interior, 2695SMR de remonte automático hecho en la manufactura, y se le ha incluido en la colección Grande Second para que su visualización sea aún más espectacular. Las agujas se posicionan cual reloj regulador: horas y minutos en una subcarátula en punto de las 12, y fechador por aguja descentrado.