Todavía no olvidamos la emoción del Oscar 2015 y llegan noticias cargadas de adrenalina, y hago el símil con la industria cinematográfica puesto que MegaWind, o HM3 invertido, presenta su edición final, y además cierra la serie de manera excepcional.
¿No le gustó la comparación? Intentémoslo con Bugatti, que entregará el último de los 450 ejemplares construidos del Veyron en el Auto Show de Ginebra, lo cual nos traslada hasta la sede de MB&F, que en su HM3 MegaWind debió resolver problemas mecánicos extraordinarios al invertir el movimiento para colocar un enorme rotor de carga automática visible en la carátula. Las razones no obedecen a ser más preciso o no, sino a verse impresionante e impactar con el giro de la masa oscilante que, en su última edición nos ofrece un espectáculo sin precedentes y protagonizado por el Super-LumiNova más desarrollado hasta ahora: GL C3 Grado A.
Apague las luces y disfrute del espectáculo
Como si se tratara de un juego en la oscuridad o de la película «The Dark Knight Rises», el HM3 goza de una estética oscura y brillante a la vez, todo gracias a que su caja ha sido recubierta con PVD negro, material que se asienta sobre el oro de 18 quilates y que contrastará entonces con la belleza de su «sistema de iluminación» que abunda por debajo del rotor y en los conos de exhibición para las horas y minutos.
Desarrollo técnico, el motor:
A Jean-Marc Wiederrecht, ganador del premio inaugural de Mejor Relojero en la edición 2007 del Grand Prix d’Horlogerie de Genève, le confiaron la tarea de transformar los dibujos y diseños de Max Büsser y del diseñador Eric Giroud en una realidad horológica, con su equipo de Agenhor, y superó la prueba. Los conos de las horas y los minutos han sido pulidos a partir de aluminio sólido hasta obtener un grosor similar al del papel. Los indicadores del tiempo normalmente se ubican en la parte de arriba, es decir, en la carátula del movimiento, pero al invertir el movimiento del HM3 para mostrar su operación, se requiere encontrar una solución eficiente para traer la energía desde abajo del mecanismo hasta los conos de medición del tiempo y la rueda de la fecha en la parte de arriba. El problema de los piñones era la falta de espacio que estos requerían por eso en vez de usarlos, HM3 utiliza dos cojinetes de cerámica de gran diámetro (15mm). Esto minimiza el número de engranes y con esto la fricción, lo cual posibilita un movimiento más delgado ya que por su gran diámetro sólo requieren soporte en un extremo (la base), y gracias a su diseño de gran precisión, adquiere una gran rigidez.
El Megarrotor:
Desde el momento del surgimiento del MEGAWIND, algo llamó particularmente mi atención: la masa oscilante -hoy característica innegable de la marca- parecía desafiar la gravedad y que además poseía la forma de un hacha que cortaba la resistencia al mismo tiempo que realizaba la carga del reloj automático, era prácticamente un sueño hecho realidad, una visión futurista salida del cerebro de un ingeniero, menciono esto porque uno de los principios básicos de cualquier rotor dicta una diferencia estrepitosa de pesos entre un lado y otro para posibilitar y garantizar su libre movimiento de acuerdo a la fuerza ejercida por la gravedad o los cambios de posición de la muñeca. Stepan Sarpaneva fue el encargado de desentrañar este deseo y hacerlo posible, además de que tuvo la idea inicial de llamar a esta pieza MEGAWIND, pero ¿cómo lo hizo? Cortó la parte posterior de uno de los brazos para crear una diferencia de masa y por consiguiente peso entre un extremo y otro, ¿suena fácil verdad? En principio pudiera parecer que sí, pero el MEGAWIND no sólo emplea una masa oscilante crecida, sino también requiere de “voltear de cabeza” -literalmente- al movimiento del HM3.
No pudo haber mejor pieza para cerrar esta bella y emblemática serie, que además ha inspirado desarrollos en otras casas relojeras y desentrañado el deseo de los coleccionistas por mirar lo imposible hecho realidad. Enhorabuena a los amigos y a Max. Edición limitada a 25 piezas.