Evolución, innovación… la hidromecánica al servicio de la alta relojería, eso y más es HYT, una marca que se dio a conocer con su modelo H1, luego anunciamos en este mismo espacio el lanzamiento del H2, pieza que nació de la visión que comparten los relojeros hidromecánicos y el equipo APRP (Audemars Piguet, Renaud y Papi) dirigido por Giulio Papi.
Hoy consolidada como la perfecta alianza entre la relojería de última generación y los fluidos mecánicos, surge una nueva versión limitada a 20 piezas del H2 en caja de titanio DLC negro y oro rosa de atractivas dimensiones –48.8 mm de diámetro y 17.9 mm de grosor–, con cristal de zafiro en forma de cúpula.
La visualización de fluidos en el H2 es intuitiva, la arquitectura transparente mientras que el movimiento visible acentúa la profundidad tridimensional característica de la marca.
En términos de rendimiento, el doble barrilete, visible a través de la parte posterior de la reloj, ofrece una reserva de marcha de 8 días y la fuerza necesaria para orquestar esta hazaña mecánica.
Con el H2, se ha replanteado toda la arquitectura del movimiento híbrido. Desestructurada, cohabita, integra, rodea los fuelles y el sistema de palpadores, levas y pistones. Estos últimos no son únicamente elementos estéticos propios de la relojería hidromecánica, sino también sus componentes estratégicos.
La posición de los fuelles, situados a las 6 horas, en “V” y a 45°, recuerda a las más hermosas proezas mecánicas de los sectores de la automoción o la aeronáutica. De esta forma se optimiza la integración de toda la interfaz que une la parte relojera con el sistema fluídico.
Como reflejo del par de fuelles, el volante espiral, que preside en las 12 h sobre su puente ennegrecido, constituye la cúpula.
A las 3 h, un indicador de posición de la corona “H-N-R” (Hora-Neutro-Cuerda), recuerda a la posición de la palanca de cambios de un coche de carreras, mientras que otra aguja, también original y exclusiva de HYT es un indicador térmico. Al llevar el reloj, la función de este indicador permite al usuario saber con precisión el momento en que el fluido alcanza el intervalo de temperatura óptimo.
En el centro, una aguja de los minutos, también “híbrida”, ya que se ha diseñado de forma escalonada para adaptarse a la estructura y la disposición del sistema fluídico, evita utilizar los fuelles gracias a un salto al cabo de 30 minutos.