Girard-Perregaux como una de las Casas relojeras más selectas del planeta y con historia desde 1791, nos entrega la personalización de una pieza extremadamente bella, esmalte en cloisonné y miniatura, dos de las técnicas legendarias utilizadas en siglos anteriores para consentir a los clientes de las clases altas, quienes solicitaban a sus relojeros la exhibición de un paisaje, su mascota, y hasta ellos mismos en la carátula de la pieza.
¿Qué es el cloisonné?
Se delimitan las periferias de la imagen que se desea desarrollar al interior, esto se hace con hilos de oro, mientras que al interior se coloca el esmalte y su tonalidad inicial para decorar la carátula. Sin embargo, cada una de estas carátulas exhibirá una «imperfección» con respecto a la otra, siendo ésta su máxima cualidad de irrepetibildad y por ende será considerada como pieza única. La razón es muy sencilla, así como el pulso y pincel del artesano que traza el patrón en la carátula no será el mismo una y otra vez, tampoco la intensidad de los colores que se exhiben gracias a que éstos se logran mediante la cocción de los esmaltes. A mayor tiempo de exposición y temperatura del horno, más intensa será la coloración que se busque, es por ello que cada carátula es ingresada al calor de 800 grados centígrados en diferentes tiempos, colocando las tonalidades más oscuras que se deseen desde el primer proceso y dejando las más claras al final. Cada proceso de cocción durará alrededor de un minuto en el horno de piedra, mientras que dicha acción será repetida en relación a la complejidad de cada dial.
¿Qué es esmalte miniatura?
El proceso comienza con una base de esmalte blanco en la carátula, mientras que posterior a ello el artesano utiliza diferentes pinceles y microscopio para poder detallar la pieza. Como en el cloisonné, cada coloración obedecerá al tiempo y temperatura de su exposición en el horno, para finalizar sellando la totalidad de la ilustración con una capa de esmalte transparente.
El día de hoy compartimos tres ediciones especiales realizadas por GP, las cuales están limitadas y cuyo valor –seguramente– alcanzará niveles superiores al de la transacción inicial con el paso del tiempo. Las tres piezas están animadas por el prestigioso calibre automático de manufactura GP03300-0060, que latirá a una frecuencia regular de 4 Hz durante no menos de 46 horas, exhibiendo las horas y los minutos. Finalmente, las dos referencias con esmalte cloisonné y la única en miniatura, exhiben una limitación a 50 piezas y se albergan al interior de la estética de la colección 1966, una de las más bellas y puras de la alta relojería.
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- GIRARD-PERREGAUX «The Map»
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- GIRARD-PERREGAUX 1966 «Pur Sang»
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- GIRARD-PERREGAUX «The Map & The World»
