Hoy nos remontamos a los años 50, una década en la que Vacheron Constantin lanza una pieza única, con una caja muy atrevida pero una carátula clásica. La combinación: una bomba en el mercado que influyó como pocas piezas en las colecciones de la Manufactura. En 2018, la Casa presenta su reinterpretación, caracterizada por la gran ejecución de su caja que evoca la “Cruz de Malta”, el eterno emblema de la Casa ginebrina más antigua —fundada en 1755— de la que se tenga noticia, con lo que además representa un valor especial para los conocedores.
Hecha de contrastes
Hablar de Vacheron Constantin, es adentrarse en un mundo donde la Alta Relojería es la que nutre la plática. Es por ello que para la firma relojera, los años 50 son representativos de diseños únicos, quizás hasta de una cierta rebeldía que impactó de tal manera, que hasta hoy se sigue sintiendo en la Casa, más aún con lo presentado en 2018. Ese medio siglo llegó con el atrevimiento de una caja que sorprendió a expertos, coleccionistas, y aficionados al mundo relojero. Hoy, se disfruta su regreso.
De hecho, si se comparan las piezas de ambos años, la similitud es evidente. La Manufactura nos explica —con reloj en mano— que la estética de la famosa Cruz de Malta, con sus asas únicas en su clase y un cristal tipo urna, a primera vista impresiona por su ejecución, pero al detalle sorprende por su forma, pues sobresale del bisel.
Esto complementa la carátula del reloj, realizada en sectores, donde el círculo externo, que es el de las horas, permite una visión concéntrica excepcional. Si usted lo tiene en la mano, no deje de observar la versión en oro rosa, que seguramente será emblemática de la colección de este año, pues está ejecutada con una magnífica combinación: la luminosidad y contrastes le confieren el verdadero toque “retro-vintage-urbano”, y sin duda la Cruz de Malta está vestida para ganar.
Los Fiftysix de 2018
Enfocándonos en la familia de este año, Vacheron Constantin presenta tres relojes: el primero con fecha, el segundo con fecha-día e indicador de reserva de marcha, y un tercero con calendario completo e indicación de fase lunar. Mientras más complicaciones, las ventanillas empiezan a realizar la magia del círculo interior de la carátula. En la más complicada de ellas, muestra la maestría por la facilidad de lectura con la fase de Luna a las 6 h, y dos ventanillas rectangulares; a la izquierda con la fecha y a la derecha el día, ejecutadas de manera magistral, concediendo una simetría extraordinaria al reloj. La aguja azul concéntrica da la indicación del día del mes.
El tipo de números arábigos y las tonalidades que juegan con la luz de los índices y la luminosidad, proporcionan ese elemento singular a cada uno de ellos.
¡Desde minutos y segundos hasta la Luna!
Todos los FiftySix, aunque con calibres y referencias distintas, laten a 28,800 oscilaciones por hora (4 hertz). Además de compartir el tamaño de 40 milímetros, se entregan en opción de oro rosa y acero, y su masa oscilante siempre es de oro de 22 quilates. El inicio de la gama muestra el movimiento mecánico automático con 48 horas de reserva de marcha, que por cierto, la Casa ofrece en acero u oro rosa.
Sigue el modelo con fecha y día, también en acero u oro rosa, pero con el calibre 2475 SC/2 que le dota de distintas funciones: día de la semana, fecha y reserva de marcha a las 6 horas. Y el tercero, que siendo calendario completo, adiciona la fase lunar en lugar de la reserva de marcha, dando las lunas en oro de 18 quilates o un gran cielo azul. Es de mencionarse que la Casa no la ha dejado simplemente así, sino que su precisión obedece a que la fase lunar solo requiere un ajuste cada 122 años.
El Fiftysix Automático incorpora el calibre 1326 de la marca, agujas de oro y una hebilla de oro rosa en forma de la Cruz de Malta.
El Fiftysix Reserva de Marcha. lleva el calibre 2475 SC/2, presenta múltiples funciones: día de la semana, fecha, y a las 6 h muestra el nivel de energía restante del reloj.
El Fiftysix calendario completo: incluye la fase de Luna, la cual, por cierto, solo necesitará un ajuste cada 122 años, cuando el estándar en relojería es de cada tres años. Vea bien las lunas, pues son de oro de 18 quilates.
La familia Fiftysix posee calibres que laten a 28,800 oscilaciones por hora, todos con caja de 40 mm de diámetro, carga automática y la certificación del Sello de Ginebra. La emblemática Cruz de Malta resalta a la vista de su movimiento.