Ha llegado a su fin una de las misiones aeronáuticas más importantes de las últimas décadas: Solar Impulse, un ambicioso proyecto que inició en el año 2005 y que ha logrado lo inimaginable, concluir el primer vuelo alrededor de la Tierra en un avión alimentado únicamente por energía solar.
El viaje concluyó, donde comenzó el pasado 9 de marzo de 2015, en Abu Dabi. El avión pasó por Omán, India, Birmania, China y Japón hasta llegar a Hawái. Tan solo en el trayecto hacia Hawái, André Borschberg, uno de sus tripulantes, rompió dos récords mundiales: el viaje más largo en distancia y en duración en un avión solar. En 2016, Solar Impulse prosiguió su viaje empezando en Hawái, para después cruzar el Océano Pacífico, América del Norte y el Atlántico: el 20 de junio salió de Nueva York, en Estados Unidos, para aterrizar en Sevilla, España, el 23 de junio. De Sevilla voló hacia El Cairo, de donde emprendió el 23 de julio la última etapa del viaje alrededor del mundo, que culminó con la llegada del avión a Abu Dabi sumando así 35,000 kilómetros a lo largo de sus 17 etapas.
El origen de este importante proyecto es Suiza, donde el avión fue diseñado por técnicos y científicos de la EPFL (Escuela Politécnica Federal de Lausana), asimismo, aportando alta tecnología, figuraron compañías helvéticas privadas como ABB y OMEGA, esta última en todo momento estuvo presente en la muñeca de Bertrand Piccard, su otro tipulante, con un Speedmaster Skywalker. No nos queda la menor duda, este es solo el comienzo de una nueva era en la aviación.
Los invito a conocer cuál fue la participación de OMEGA en el proyecto Solar Impulse:
OMEGA formó parte activa, no solo como patrocinador sino como proveedor de tecnología para esta aeronave única en su tipo.
Les cuento, en la década de los 60, OMEGA y el resto del mundo miraban hacia la Luna. El primer alunizaje ha sido descrito como el mayor logro tecnológico de la humanidad. Más de 50 años después, las prioridades han cambiado y para OMEGA y sus socios en el proyecto Solar Impulse fue fundamental aprovechar el poder del Sol para hacer frente a la crisis ecológica que afecta a nuestro planeta.
Por la salud de nuestro planeta
Desde el 2006, OMEGA puso sobre la mesa su experiencia tecnológica para ayudar al equipo de Solar Impulse a cumplir su objetivo de dar la vuelta al mundo en un avión propulsado únicamente por energía solar. La misión inició el 9 de marzo de 2015 : el avión HB-SIB despegó para comenzar su aventura alrededor del mundo. Sin embargo, en el transcurso del proyecto se han registrado hitos extraordinarios que han allanado el camino para este viaje.
Al igual que el resto de los socios del proyecto Solar Impulse, OMEGA se preocupó y ocupó por la conservación de los recursos no renovables del planeta. El objetivo del Solar Impulse nos recuerda a todos que hay una fuente de energía enormemente poderosa a solo ocho minutos luz de distancia, que tiene el potencial de reducir nuestra dependencia a los recursos no renovables y los combustibles fósiles. No hay aspiración más noble que la de mejorar la salud de nuestro planeta y la mejora de su sostenibilidad.
La contribución de OMEGA
La Manufactura ha hecho uso de su plataforma internacional para compartir los éxitos del proyecto Solar Impulse a nivel mundial, sin embargo, más allá de la difusión de los hitos históricos y logros que han destacado el viaje de vuelta al mundo del Solar Impulse (Si2), OMEGA también ha contribuido con una serie de importantes innovaciones tecnológicas para ayudar al Solar Impulse a alcanzar sus metas, entre ellas destacan:
- Un sistema de luces de aterrizaje ligero. Era un complemento necesario para el HB-SIA y se ha mejorado para la aventura alrededor del mundo del Si2 –el sistema utilizado en el nuevo avión impulsado por energía solar es dos veces más eficiente que el de la versión anterior. El sistema completo –que incluye luces de LED de alerta y aterrizaje, lentes de enfoque, cables, transformadores de potencia y conectores–, ¡pesa sólo 1 kilogramo!
- Instrumentos OMEGA. Diseñados por Claude Nicollier –astronauta de la European Space Agency (ESA) y cabeza de las pruebas de vuelo del Solar Impulse–, se utilizaron para indicar la trayectoria de vuelo y alertar a los pilotos en caso de que los ángulos de las alas superaran un límite normal. La única barra de luz horizontal indicaba el ángulo lateral, mientras que las dos barras de luz verticales cortas mostraron al piloto el ángulo de inclinación de las alas.
- Despachador de energía. El HB-SIB está equipado con un despachador de energía en cada ala. Estos hacían uso de la funcionalidad bidireccional para asegurar que, si una de las baterías fallaba la otra pudiera soportar a la ala en el caso de que un motor fallara. El despachador de energía transfiere la energía que ha sido producida por las celdas solares en la góndola con el motor que ha fallado y la distribuye a su contraparte en funcionamiento de manera que el avión pudiera seguir volando.
- Sistemas de alerta. Las mangas del traje de piloto vibran para asegurar que este reaccione de manera oportuna a la información crítica que proporciona el instrumento. Esta tecnología, que se asemeja a los puños que un médico coloca en un paciente para comprobar su presión arterial, hace uso de pequeños nodos cuya vibración se ve reforzada por una carcasa de plástico blando. La vibración es lo suficientemente fuerte como para despertar al piloto de su siesta durante un vuelo de larga distancia.
- Zumbido OMEGA. La marca también creó una alarma especial que emite un fuerte zumbido, de entre 90 a 100 decibeles cada 20 minutos, hasta que el piloto presiona un botón para desactivar el sonido y reiniciar la cuenta regresiva de 20 minutos.
Speedmaster Skywalker X-33 Solar Impulse de edición limitada
Tan espectacular misión ha motivado la creación de piezas especiales, una es el OMEGA Speedmaster Skywalker X-33 Solar Impulse Limited Edition. La celebración de un proyecto que literalmente llena de energía a OMEGA. Para la creación de esta innovadora pieza, la Manufactura contó con la colaboración de Bertrand Piccard y André Borschberg. El reloj ha sido sometido a pruebas por parte de la European Space Agency y fue desarrollado tomando como base una patente de la ESA creada por el astronauta Jean-François Clervoy. La edición limitada a solo 1,924 piezas se presenta con una correa de NATO azul con vivos verdes en el borde.