Su filosofía y espíritu son su más grande fortaleza, sí, más allá que la de su construcción tipo sandwich, JEANRICHARD propone un tipo de relojería con sentido, y que además forma parte de un objeto de arte que comunica un mensaje en particular.
En todas las Casas relojeras encontraremos ediciones especiales, pero con JEANRICHARD podremos sorprendernos de la creatividad con la que encuentra las propias, y así también lo hizo gracias a la visión, talento y genialidad del artista japonés Katsushika Hokusai y de su obra, que lleva por nombre “The Great Wave off Kanagawa”. Uno de los más reconocidos en el arte del ukiyo, quien promovió los valores artísticos inspirados en vivir la vida al máximo y disfrutar de cada momento, es por ello que su filosofía se adapta de manera convergente con la de JEANRICHARD y la visión de su fundador, quien hoy estaría muy orgulloso de ver lo que la Manufactura ha realizado con su apellido.
¿El lienzo?
Una carátula con relieve que mira la réplica de la pintura y que jamás aburrirá a su afortunado poseedor, pero además, su sutil encuentro con la pieza relojera hace que la pieza sea aún más impresionante, no solo para japoneses, sino para los adoradores del paisaje oceánico nipón.
Al interior de las tres referencias Aquascope late un movimiento mecánico automático calibre JR60 a una frecuencia de 28,800 a/h; reserva de marcha de 38 horas, mientras que su caja de acero satinado y/o acero con tratamiento PVD de 44 mm, mantendrá la hermeticidad de hasta 300 m, cualidad que garantiza las informaciones de las horas, minutos, segundos y fechador.