Para Cuervo y Sobrinos, una marca fundada en La Habana en 1882, era algo natural crear un reloj para celebrar una de las competencias automovilísticas más importantes que se realizó en la isla caribeña. Así nace el Historiador Gran Premio de Cuba 1957, un nuevo cronógrafo limitado a 162 piezas ligado a la primera edición de esa carrera de la Fórmula 1. Es un reloj con claros códigos de estética vintage, pero con un movimiento moderno y robusto.
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La histórica carrera de Cuba
El primer Gran Premio de Cuba se celebró en 1957 en las grandes avenidas de La Habana y la explanada del Malecón al norte de la capital. El argentino Juan Manuel Fangio y el británico Sir Stirling Moss son solo algunos de los legendarios pilotos que participaron a bordo de coches como el Maserati 300S y el Ferrari 335S. De hecho, Fangio ganó en la primera edición y Moss se coronó un año después, cuando Juan Manuel fue secuestrado por el movimiento revolucionario de Fidel Castro. En 1959 no se corrió y la de 1960 fue la última edición, con Moss repitiendo como campeón.
Con La Habana como telón de fondo, esta carrera se convirtió en un espectáculo fascinante para el público. A pesar de los desafíos políticos de un país como Cuba y de trágicos accidentes que ocurrieron, hay aficionados al deporte motor que aún hablan de ella. Y este nuevo cronógrafo de edición limitada de Cuervo y Sobrinos lleva el nombre y la fecha de la primera que se llevó a cabo.
Un look retro-deportivo
El reloj Cuervo y Sobrinos Gran Premio de Cuba 1957 se destaca por su llamativa carátula en color rojo. Notará en su periferia un anillo negro con la escala de taquímetro, el instrumento vital para conocer la velocidad de un coche entre dos puntos previamente seleccionados. Después hay otro anillo color crema con la escala telemétrica. La misma tonalidad se utiliza en los contadores de 30 minutos y 12 horas del cronógrafo, ubicados a las 3 y las 6 h. El pequeño segundero de las 9 h tiene un vivo tono rojo. Las cifras arábigas y las agujas de forma bastón son de un color similar y tienen Super-LumiNova para asegurar la legibilidad.
Como mencionamos, el cronógrafo de la pieza es capaz de contar hasta 12 horas. Su caja de 42 mm en acero tiene un cristal de zafiro de doble curvatura con tratamiento antirreflectante y pulsadores de cronógrafo tipo bastón. En el fondo del reloj se puede ver un grabado especial con la insignia del Gran Premio de 1957. Además, las 162 millas que se recorrían en la competencia inspiran la cantidad de ejemplares de esta edición limitada.
Finalmente, hay que mencionar la inclusión de un movimiento automático hecho en Suiza. Se trata del calibre CyS8099, basado en el Valjoux 7752. Tiene una masa oscilante personalizada por la firma de origen latino y una reserva de marcha de 48 horas. Es ideal para los aficionados al automovilismo que buscan relojes fuera de lo común. Celebra no solamente una carrera histórica muy especial, sino también el distintivo “sabor” cubano de una marca como Cuervo y Sobrinos.
Ficha técnica Cuervo y Sobrinos Gran Premio de Cuba 1957
- Caja: 42 mm de acero inoxidable
- Movimiento: mecánico automático
- Calibre:CyS 8101, base Valjoux 7750
- Frecuencia: 4 Hz ó 28,800 alternancias por hora
- Reserva de marcha: 48 horas
- Funciones: horas, minutos, segundero pequeño y cronógrafo de 12 horas con escala telemétrica y taquimétrica
- Carátula: roja con horas y minutos en forma de hoja con tratamiento Super-LumiNova
- Correa: “racing style” de piel negra con pespuntes y perforaciones rojas con cierre abierto de acero inoxidable
- Hermeticidad: 30 metros
- Edición limitada a 162 ejemplares
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