La interpretación de la relojería y el lujo se basa en los diferentes conceptos de sus protagonistas, en cómo viven y crean la exclusividad a partir de su visión personal que, en este caso reúne a uno de los «zapateros y sastres» más brillantes de París en torno a una pieza relojera que jamás pasará desapercibida: CORUM Ti-Bridge.
El fenómeno de la fusión del mundo del lujo nos ha lleva o a observar casos automotrices, alta costura y deportes exclusivos con la relojería de alta gama, es por ello que no sorprende ver a CORUM inspirarse en la audacia y sobriedad del artista Gérard Sené, lo que sí nos impacta es el resultado, que respeta el expertise de la marca y al mismo tiempo reinventa las reglas artísticas de una pieza de colección; el minucioso cuidado en la selección de materiales y el tipo de corte en la correa hacen de este reloj una verdadera obra de arte plasmada en cuero.
La excelencia técnica de su movimiento de carga lineal en disposición horizontal tipo baguette y su diseño único, se renuevan con esta edición limitada realizando un verdadero statement de personalidad CORUM, mientras que la exclusiva creación representa una sinergía entre dos mundos que pertenecen al mismo universo: la pelletería y la relojería de la más alta categoría.