Todos quisiéramos llegar a formar parte del selecto club de los coleccionistas,
pero en ocasiones por temas de presupuesto o falta de conocimiento generamos únicamente entusiasmo por la horología, lo cual no nos impide o limita a admirar las piezas de excepción y tratar de adentrarnos mucho más en este tipo de ciencia mecánica artesanal.
Vacheron Constantin, la Casa ginebrina dedicada a la relojería más antigua del planeta, desde 1755, no elude el compromiso que posee con sus seguidores, y es por ello que continúa desarrollando relojería que perpetúe los valores de la Manufactura y el saber hacer que Jean-Marc Vacheron y François Constantin delinearon desde sus inicios. La relojería tradicional defendida aún en los tiempos del silicio y la alquimia moderna.
La relojería conocida como de “observatorio” debía contener los mecanismos más precisos de la época, y por ende contener sistemas que escape, fuerza constante, y tourbillon, todos ellos en busca de la máxima precisión. La marca presenta, en pleno siglo XXI, una serie de cinco relojes de bolsillo inspirados en aquellos modelos de los Observatorios a principios del siglo pasado, los cuales son sumamente apreciados por los coleccionistas actuales.
Tourbillon: patentado por Abraham Louis Breguet en 1801, el sistema hace rotar al órgano regulador sobre su propio eje a medida de una vuelta por 
minuto (sistema tradicional), la razón era la de compensar los efectos negativos que la gravedad ejerce sobre la espiral, llevándola hacia el centro de la Tierra en una posición de 90 grados (vertical) comúnmente vista en los relojes de bolsillo. Con el torbellino se anulan las desviaciones gravitacionales permitiendo que el volante gire sobre su eje en todas las posiciones verticales durante cada vuelta. Asimismo, y como dato curioso, los componentes (aproximadamente 80) de la jaula del tourbillon y el torbellino en sí generalmente no superan 1 gramo de peso.
Tourbillon con escape de gatillo para cronometría: el escape libera y contiene la energía a intervalos, es el famoso tic-tac de una pieza y de ésta, en particular, se sustituye el tradicional escape de áncora por un mecanismo de mayor fiabilidad para cronometría, también conocido como escape de detente, o retén. Se utilizó en la cronometría (cronómetros marinos) y se compone de una rueda de escape con dientes puntiagudos sostenidos por un rubí que recibe el nombre de “piedra de reposo”, a su vez, el rubí está soportado por un muelle conocido como retén, un extremo de éste es conocido como paleta de desprendimiento, que realiza el “desprendimiento” de la rueda a medida de cada oscilación del volante. El diente de la rueda abandona el reposo actuando en la paleta de impulso que es llevada por un platillo dando impulso al volante. En resumen, cada órgano impulsa al mecanismo cerca del punto muerto, es decir, la posición de equilibrio del par generado por el volante y la espiral. Este escape es una trampa que convierte a la anulación de un muelle en mecanismo de cronometría, por lo que la marcha regular de la pieza está garantizada, adicionalmente el tourbillon actúa sobre el volante y el escape a fin de nulificar los efectos negativos de la gravedad.
Tourbillon con escape de fuerza constante: el mecanismo de fuerza constante se desarrolló a fin de mantener una marcha regular de principio a fin,
cuando el muelle real está completamente armado y cuando entrega los últimos periodos de su energía. Un mecanismo complementario se suma a la rueda de escape del movimiento del reloj que transmite una fuerza constante. En el caso de Vacheron Constantin, el mecanismo consta de un muelle espiral fijado directamente sobre la rueda de escape en el árbol, que se arma y se libera a intervalos muy breves por medio de otras dos ruedas dentadas fijadas debajo, con las que un áncora de rubíes bloquea y libera el muelle superior.
Tourbillon “remontoir d´egalité”: continuamos con la precisión a su máxima expresión. Este mecanismo controla la transmisión de la fuerza, permitiendo anular toda la repercusión e la distensión del muelle real o cuerda del reloj, pues éste puede inferir en la precisión a consecuencia de las variaciones de fuerza que se produzcan durante el tiempo de marcha del reloj, anulando la desviación ocasionada por la marcha normal del reloj mecánico. Vacheron Constantin lo utiliza junto con el tourbillon a fin de anular las desviaciones provocadas por los cambios de posición de la pieza.
Tourbillon con volante de cronómetro de marina: los cronómetros de 
marina eran incluidos en las embarcaciones y mediante un sistema de transmisión huso cadena, además de un sistema tipo giroscopio, compensaban el vaivén de los navíos, igualmente los cambios de temperatura afectaban la precisión del reloj incidiendo en el metal y su dilatación o contracción. Ésta en el muelle real produce alteraciones en la elasticidad y diámetro de la espiral y el muelle real, mientras que el volante es el componente ideal para solucionar los problemas de la espiral. El relojero coloca cuatro contrapesos de oro en el aro exterior del volante durante el ajuste y realiza pruebas a fin de contrarrestar los efectos mencionados.
