En este año de aniversario, Chronoswiss se enfoca al máximo en su regulador y en la legitimidad que éste le ha traído a la firma, y qué decir de la visibilidad y el reconocimiento del coleccionista que desea este tipo de complicación visual, o mejor dicho, simplificación.
Chronoswiss se concentra en lo esencial para el nuevo Flying Grand Regulator Skeleton: con su carátula apenas existente y un movimiento esqueletizado, el impresionante reloj se libera así de todo material superfluo de una manera innovadora, dando como resultado un reloj Regulador multidimensional con un dial de construcción totalmente elaborada, gracias a los profundos conocimientos de los artesanos de la Maison con sede en Lucerna.
Abundando en esta labor artesanal, el trabajo de esqueletado emana un aura particularmente contemporánea debido al tamaño masculino de 44 mm para la construcción de la caja y las innovadoras líneas de la referencia. Además del lenguaje de diseño sin complicaciones, la coloración dinámica admite este efecto, mientras que la escala de hora en forma de embudo es un eye catcher instantáneo.
Detalle a detalle
El amor por el detalle por parte de Chronoswiss también se muestra aquí, en virtud de que una subcarátula más pequeña exhibe las indicaciones de horas y segundos, al tiempo que los minutos aparecen en posición central. Este truco provoca una lectura envidiable del momento de la hora en la cual nos encontramos, es decir, en la antigüedad, este tipo de relojes se utilizaba para los trabajos que requerían precisión extrema, como el oficio del relojero que debía poner en hora y minuto a cada uno de sus relojes.
El movimiento mecánico esqueletado de cuerda manual se caracteriza por contar con un mecanismo de detención de los segundos que se activa justo al tirar de la corona, bloqueando la rueda de balance a fin de que el tiempo se modifique al segundo, guardando la precisión absoluta.
La última incorporación a la gama Flying Grand Regulator Skeleton es una Edición Limitada de solo 30 relojes con carátula de plata galvanizada, que se abraza al pulso gracias a una correa de piel de aligátor de grandes escamas en tonalidad marrón.