La casa italiana de joyas, relojería, accesorios, bolsos y fragancias de la más alta talla gracias a la visión de Sotirios Voulgaris (Sotirio Boulgaris), un personaje griego que comenzó como joyero en el pueblo de Epirus, fue ahí el mismo sitio que vio nacer la primer boutique de nuestro personaje, pero sería Roma la sede principal de la empresa para el año de 1884, y la Vía Sistina, entre la plaza de España y la gloriosa Fontana de Trevi, miraría la edificación del primer taller de la marca, pronunciado Bvlgari tras el adopte de la fonética italiana.
Posteriormente, ya con la ayuda de sus hijos Constantino y Giorgio, Sotirio instala en la Via Condonotti la boutique insignia de la Casa Bvlgari, sitio con increíble afluencia y atracción de turistas y romanos en la Italia de hoy día. Asimismo los dos hermanos prestan un interés muy especial a las materias nobles, las piedras preciosas, el oro y la joyería. Enseguida toman el testigo de su padre y, continuando su trabajo, crean piezas atrevidas para la época, signo identificativo de un estilo que mezcla las reglas del arte grecorromano, el renacimiento italiano y la escuela romana de orfebrería. A partir de la década de los 20, Bvlgari crea sus primeros relojes, como complemento de las colecciones de alta joyería, mientras que el sello único de la casa se logra gracias a crecimiento impresionante conseguido entre 1950 y 1960, mismo que exhibe el balance perfecto entre la fantasía, la elegancia, la exuberancia y la sobriedad, mezcla perfecta que impacta e invita a las grandes Monarquías y estrellas de cine a buscar este tipo de piezas.
Sus boutiques en Montecarlo, Ginebra, Nueva York o París, además de la mencionada en Roma, invitaron a personalidades de la talla de Sofia Loren o Elizabeth Taylor a sentir una enorme predilección por la joyería de Bvlgari, mientras que para 1977 había surgido el modelo Bvlgari Bvlgari en consecuencia al gran recibimiento por la serie limitada Bvlgari Roma de 1975.
Y es así, como la rica historia del Bvlgari Roma llegó para quedarse y para sacudir a la relojería y diseño de la época, gracias a su mensaje de sentimientos encontrados, de esos que se entienden a primera vista y que resultan además atemporales; hablamos de una obra maestra de la creación de Bvlgari, una casa que no goza de momentos sublimes de inspiración, sino que vive en ellos, se adueña de las características del arte y los traduce a través de sus productos:
¡Feliz aniversario a Bvlgari, a su lazo pasional con Roma y a sus colecciones!