Hace diez años que Jean-Claude Biver decidió realizar su «primera jugada» en HUBLOT, y es que en 2004 tras su llegada, en
2005 develó –en Baselworld– una colección que se erigiría como campeona de ventas y como clásico de la horología contemporánea en una época en la que la creación de nuevas colecciones caía en un bache por parte de las Casas 
relojeras.
HUBLOT entonces trazó un camino que lleva por nombre Big Bang, y tan poderoso como su nombre, el reloj ofrecía un carácter de amplias dimensiones y un carácter deportivo, pero al mismo tiempo deseado para portar con un buen traje, o en cualquier ocasión de recreo.
Para este año, HUBLOT decide celebrar la primer década del clásico gracias a una aleación revolucionaria y al sueño de una marca que decide explorar el arte de la alquimia y fusiona la cerámica con el oro, logrando con ello una primicia en la industria que lleva por nombre Magic Gold®. Producto de un oro de 24 K endurecido a una temperatura muy alta, se finaliza gracias a la creación de una estructura rígida que obedece a la suma de 3% de oro líquido fundido que se inyecta bajo muy alta presión a temperaturas altísimas, permitiendo que el metal reciba en sus poros a la cerámica: Magic Gold®.
Un metal precioso develado en 2012 nos invita a pensar en lo imposible y a resolver el problema y la suavidad del oro, sin perder color, propiedades, belleza y valor. Hoy día, Ricardo Guadalupe recupera al clásico de la marca y lo presenta en una edición limitada a 250 piezas, las cuales cuentan con una caja de 45 mm de diámetro y el movimiento todoterreno HUB 1242 UNICO de cronógrafo de remonte automático con flyback.
