En ocasiones perdemos de vista la dimensión de las piezas catalogadas como únicas en la relojería, y es por ello que la nueva tendencia a generar asociaciones con las casas de subasta más importantes del planeta resulta importantísima. Los periodistas de relojes y las redacciones –generalmente– perdemos de vista las ediciones anteriores, queremos ver el futuro de las manufacturas y continuamente cuestionamos con respecto a éste. No obstante la riqueza de las piezas de ediciones especiales o marcadas como “únicas” no tiene prisa.
Como los vinos que adquieren un valor a medida que los años hacen su labor al interior de una barrica, los guardatiempos como el Double Split de A. Lange & Söhne, se atesora al grado de incrementar en cuatro veces su precio original (2004 año de lanzamiento), es decir: 380,000 euros. Se trata de una pieza única fabricada en acero, pero también del primer cronógrafo mecánico con rattrapante capaz de contabilizar tiempos simultáneos comparativos hasta en 30 minutos de diferencia.
Adicionalmente, el Lange Zeitwerk Luminous, edición limitada a 100 piezas, fue subastado y adquirido por 122,000 euros, es decir un 75% más que su valor original. La razón es simple, posee un mecanismo de índices luminosos saltantes, además de presentar un sistema de fuerza constante para el escape. Siguiendo con la tradición de la marca y su atesorado valor a la par de los años transcurridos, el Tourbillon “Pour le Mérite” ha incrementado su valor en hasta cuatro veces más que el original de 1994, duplicando su costo en cada una de las subastas en las que ha participado.