Uno de los motivos florales más presentes en los Mantones de Manila, protagonistas de la línea de Alta Joyería de Seda Imperial 2014 de Carrera y Carrera, es la orquídea.
Símbolo de lo natural y la elegancia, esta flor es un verdadero canto al amor transmitiendo un mensaje de seducción, sinuosidad y belleza suprema de quién la regala, como si de una poesía se tratara.
A principios del siglo XIX, la aristocracia se distinguía de la burguesía por el gusto especial por esta flor como símbolo de un estatus social más elevado.
Estas joyas se presentan como si fuesen un bouquet, con gran volumen, y esculpidas con una delicadeza exquisita de la mano de los maestros orfebres de Carrera y Carrera. Cada pieza es una orquídea en sí misma.
Un trabajo preciosista del oro donde la mini-escultura es protagonista en cada pieza creada en oro amarillo, brillantes y cabujones de rubíes.