Esta piedra preciosa, que corresponde a las personas que nacieron en abril, es además, la favorita de consumidores, joyeros y relojeros desde tiempos inmemoriales.
Totalmente relacionada con los anillos de compromiso, es la gema para celebrar los 10 años de matrimonio. Los diamantes se encuentran en Australia, Congo, Botswana, Rusia y Sudáfrica.
El diamante es la segunda forma más estable de carbono, después del grafito y es el material más duro, más raro y más denso conocido por el hombre por ello, no resulta extraño que hayan despertado fascinación desde el año 800 a.C., momento en que fueron presentados por primera vez a la realeza en la India.
En aquella época los indios creían que los diamantes se creaban cuando los relámpagos caían en la roca y la península India fue la única productora de diamantes durante ¡2,500 años!
Por muy encantadores que sean, los diamantes han inspirado una cantidad de mitos más allá de lo habitual durante siglos. Se les ha atribuido el poder de aumentar la potencia sexual, evitar la lujuria, quitar las pesadillas, neutralizar el veneno, alejar el mal, proteger de las bestias salvajes, curar las enfermedades y atraer buena fortuna. También está el mito del detector de mentiras según
el cual los diamantes oscurecen ante la presencia de una persona culpable y brillan más en compañía de un inocente.
El diamante simboliza la búsqueda de la perfección, la voluntad, el triunfo, la firmeza y la rectitud. El diamante tiene efectos que abarcan todo el cuerpo energético, equilibra las cualidades personales y participa como guía espiritual. Por sus cualidades el diamante eleva toda la energía física a un nivel superior.