El rubí siempre ha estado envuelto en un aura legendaria, y debido a su calidad excepcional de mantener la belleza a través del tiempo se considera eterno, al igual que el amor verdadero.
Según una antigua creencia, quien lleva un rubí cerca de la piel promueve la larga vida, la salud y la felicidad, y aún hoy en día se cree que esta hermosa gema posee estos poderes mágicos, incluyendo la extraordinaria capacidad de dar la paz.
El rubí es la piedra portadora de felicidad de julio así como la piedra para los 15 y 40 años de aniversario de matrimonio. El día del rubí es el martes y su temporada es el verano. La piedra roja escarlata aporta sabiduría a las personas, felicidad y salud.
Los primeros registros sobre la extracción de rubíes se sitúan más de 2,500 años atrás en Sri Lanka. Por años se ha creído que en esta piedra de intenso color rojo se esconden poderes místicos. Cuando se introducía debajo de la piel, los antiguos habitantes de Birmania creían que la piedra generaba una fuerza mística, que protegía a los que la llevaban de accidentes y ataques. En la antigüedad, muchos creían que los rubíes poseían poderes proféticos, que permitían a los que los llevaban predecir su futuro basándose en los cambios de color de su piedra.
Los rubíes pueden tener diferentes formas y tamaños, ofreciendo un gran abanico de posibilidades a los amantes de las piedras preciosas. Con una dureza que es sólo inferior a la de los diamantes, el rubí es una de las piedras preciosas más resistentes, y al no tener escisiones, rara vez se produce su rotura, por eso es ampliamente empleada en joyería y relojería, tanto por la belleza estética que les confiere y por la cualidad que ofrecen de minimizar la fricción de los ejes de los elementos móviles en un calibre proporcionándole una mayor vida útil a la máquina de un reloj.
El rubí da inteligencia, honor y progenie. Contribuye al desarrollo espiritual y sentimental. Elimina los obstáculos emocionales, refuerza la confianza en uno mismo y las relaciones con los demás, mejora la intuición, acrecienta la habilidad negociadora. Es la llamada piedra de la confianza. Portadora de buena suerte en el juego y en el amor. Ahuyenta los malos pensamientos.
En 1996, el joyero Roberto Coin comenzó a firmar sus joyas mediante el establecimiento de un pequeño rubí escondido en el interior de cada pieza, lo que permite el distinguido joya para besar la piel.