Una de las casas de relojería suiza que más han llamado la atención en los últimos años, ha condicionado su nivel de manufactura a la excelencia, pero lo mismo sucede en su labor de comunicación y asociaciones, que ocupan nuestra redacción para llevarles los últimos frutos de las mismas.
Nikolas Wallenda, Embajador de JEANRICHARD ha cruzado el Gran Cañón, ¡sin arnés, ni red de protección!
A 400 metros de altura (promedio) sobre el río Little Colorado, situado en el estado de Arizona, el pasado 23 de junio, se llevó a cabo una de las hazañas más dramáticas de la última década. El originario de Sarasota, Florida, subió al cable de acero (5 cm) equipado únicamente con dos instrumentos, su viga de equilibrio y un reloj Terrascope.
Hace apenas un año, la casa relojera con sede en La Chaux-de-Fonds se embarcó hacia una aventura única que le confiriera una identidad completamente nueva. Este viaje sirve –también– para colaborar con personalidades como Nik o Chesley Sullenberger. Inspirados en una pasión común, la relojería «tradicional contemporánea», hace uso de una «Filosofía de Vida» de manufactura.
Comenzamos a trabajar con Nik, porque admiramos sus valores personales y por cómo vive su pasión y persigue sus sueños. Él es un hombre extraordinario que ama lo que hace, inspirando no solo a nosotros, sino también a todos a su alrededor. Nuestra filosofía de la vida está representada por personas que tienen grandes valores, normas y pasión por lo que hacen; personas que viven su vida y sueños al máximo. Todo esto atribuye a su vez a llevarlos a niveles extraordinario y a cambio, nos impulsan día a día: Bruno Grande COO de JEANRICHARD.