La relojería roza los límites del arte, perdón, la ALTA RELOJERÍA lo hace, y dentro de esta selección a su máxima expresión encontramos un espíritu de desarrollo horológico único, el pináculo del arte que gira en torno al tiempo y que, reiteradamente le vence al inspirar historias presentes basadas en el pasado. Así es el Reverso, su línea Master, la innovación Duomètre o el Rendez Vous, así es Jaeger-LeCoultre, y también Guillaume Canet, director, actor y jinete ecuestre, por lo que sus valores no resultan coincidencias con la Manufactura, sino un estilo de vida equivalente.
Dicho personaje arribó a Le Sentier para descubrir cada proceso inherente al desarrollo de una pieza concebida por La Grande Maison, y al mismo tiempo portó su emblemático Reverso, modelo próximo a recibir sus 85 años de historia, una de las piezas más renombradas de la horología suiza e internacional, que goza de un diseño art-decó exquisito y de la posibilidad de exhibir un lienzo de metal personalizable con posibilidades infinitas al anverso de su caja, basta mencionar al emblemático Reverso Grande Complication à Triptyque desarrollado por la Casa.
Guillaume contó además con la posibilidad de platicar con Christian Laurent, uno de los relojeros más doctos en el arte de la complicación relojera, quien tuvo a bien celebrar con él sus primeras experiencias en la manufactura y pudo compartir con él historias que se viven día a día en el Jura suizo.
“Cuando recibí la invitación para visitar la Manufactura Jaeger-LeCoultre, yo era un novato en el mundo de la relojería y relojes. La visita comenzó desde las afueras del imponente edificio, en la carretera cubierta de nieve y en un entorno de cuento de hadas que me llevaron a este pueblo junto al lago. Después de haberme puesto el overol, descubrí la pasión que hay detrás de la relojería. Nunca me había dado cuenta de la enorme tarea que el montaje de una joya de esta naturaleza requiere. Pasé un momento maravilloso en la Grande Maison, que de pronto desató en mí una verdadera pasión y admiración por los relojes, cambiando por completo mi percepción de la relojería a partir de ese día. Gracias por este viaje en el tiempo … “: Guillaume Canet.