¿Qué tan importante es el asado y la historia de la horología para poder ser apreciada por coleccionistas y apasionados de la misma? Resulta indudable que el aporte histórico a las piezas decanta/aumenta el valor de las piezas con el paso de los años, no obstante, qué sucedería si no se encuentra relojero capaz de preservar ese espíritu, pues sabemos que el tiempo no perdona y a todos nos llega el tiempo de dar paso a la siguiente generación.
Walter Lange lo sabe, y así, preservando el expertise de sus antepasados, recuperó el savoir-faire para llevarlo nuevamente a la carátula de un reloj terminado, esto en 1994, justo tras la caída del muro de Berlín. Es así, que un legítimo pasado no puede continuar escribiendo historia, así como el maestro relojero de 1913, no podrá continuar ensamblando, ni desarrollando complicaciones en nuestros días.
Dicho esto, la importancia de creer en la juventud y educarla, es fundamental para asegurar el legado de este apellido tan lleno de historias, calibres, movimientos, ébauches y desarrollos que han costado fortunas, horas de creatividad y dedicación total a un instrumento que ya no mide el tiempo, sino que lo cuenta a través de sus manecillas.
Los siete graduados de la escuela de relojería de A. Lange & Söhne, han recibido sus diplomas este pasado 9 de julio, mismo que los acredita como relojeros certificados y les brinda excelentes oportunidades para hacer de la horología la disciplina a seguir. Asimismo, cada uno de ellos ha sido propuesto para trabajar en algún departamento de la manufactura, con la finalidad de convertirse en una generación que, precisamente genere las siguientes obras de Lange.
Desde que Ferdinand Lange desarrollara a 15 artesanos como relojeros en la Glashütte de 1845, se sabía que el poder ser y el querer ser tienen que ir de la mano de horas de desarrollo y experiencia, es por ello que de entre los virtuosos pioneros podemos destacar la presencia de un albañil, costureros y hasta tronzadores de paja.
Finalmente, debemos apuntar que los graduados ya comenzaron a trabajar y estarán siendo partícipes de la producción regular, como agua que del río va al mar horológico grandioso.