Las sociedades con el deporte y los deportistas de alto rendimiento siempre han rendido frutos, no solo por su aporte a la comunicación de la marca, sino por la incursión en el mercado que se desea alcanzar. El golf, por ejemplo, es un deporte naturalmente atractivo para la relojería, debido a que –a diferencia de otros– puede ser jugarse prácticamente a cualquier edad, es decir, el perfil del cliente potencial es sumamente indicado.
Pero no todo obedece a razones comerciales, no me malinterprete, el valor de la marca está por encima de cualquier interés, y es por ello que Richard Mille, una de las manufacturas que más ha crecido en los últimos años, ha decidido extender su apoyo a este deporte en general, específicamente a la rama femenil.
A partir de este año, la campeona italiana Diana Luna y el torneo Lacoste Ladies Open serán apuntalados por una sociedad con RM. El golf es un deporte de precisión, técnica y concentración, y resulta natural que Richard Mille haya deseado asociarse al Open de Francia, que tiene lugar todos los años en Saint-Jean-de-Luz. Además de contar con la participación de la jugadora italiana, los tres días de competencia recibirán a las mejores jugadoras europeas, mientras que la ganadora será galardonada con un femenino RM 007 de titanio, pieza única debido a su configuración de corona y correa (color blanco), además de la inscripción Lacoste Ladies Open 2013 grabada en el canto de la pieza.
Richard Mille entra en el universo del deporte femenino de la mano de una de las mejores jugadoras europeas de golf. Esta asociación permitirá a la casa relojera, como ya lo ha hecho previamente mediante otros acuerdos de colaboración deportivos, probar y desarrollar un producto pensado para evolucionar en condiciones extremas. Diana Luna trabajará con los ingenieros Richard Mille en el desarrollo de un calibre en el que ergonomía, elegancia y rendimiento serán las palabras clave.