La conexión que existe entre el actor británico, Benedict Cumberbatch y Jaeger-LeCoultre los ha llevado a compartir grandiosos momentos en los que la precisión y el arte de crear piezas relojeras son la base fundamental.
Con el objetivo de compartir el proceso de ensamblado de un reloj, la Casa Relojera invitó a Benedict Cumberbatch embajador de la marca a disfrutar de una clase magistral de relojería privada en la tienda insignia de Jaeger-LeCoultre en Londres.
De la mano de Richard Phipps-Carter, relojero desde hace 31 años, el actor británico apreció cómo desmontaban un Master Ultra Thin Moon para posteriormente ensamblarlo con las técnicas aprendidas.
«Las operaciones delicadas exigen muchas horas de manipulación minuciosa, desde el grabado y el biselado realizado a mano, hasta el esmaltado, el engastado, el guilloqueado o el pulido de espejo. La precisión en el trabajo manual es fundamental porque ni los errores más pequeños se pueden eliminar” comentó Benedict Cumberbatch después de la sesión.
Durante varias horas, el actor pudo admirar la delicadeza, destreza y habilidad que se requiere para dar vida a los objetos más precisos de Jaeger-LeCoultre. En compañía de su reloj Polaris Memovox, Benedict logró realizar algunas de las tareas que los artesanos le habían asignado, además de conocer la Manufactura insignia de la marca en donde habitan más de 1250 calibre y 400 patentes.
“Antes de visitar la Manufactura, realmente no sabía mucho sobre los talleres o incluso sobre el Valle de Joux. Ese valle es el hogar sagrado de la relojería suiza y una región de belleza natural virgen» finalizó Benedict Cumberbatch.