La expansión de Bell & Ross de acuerdo a la visión de sus fundadores, específicamente a la de Carlos Rosillo, encargado de la estrategia comercial, apuesta una vez más a Europa, específicamente a una de las Ciudades más hermosas del «Viejo Continente», nos referimos a Praga, en la República Checa.
Dicho espacio resulta la boutique número 13 de la marca y la tercera dedicada a esta región, no obstante la opinión de esta redacción es que Bell & Ross está pensando en el turismo, en la gente que visita las emblemáticas Ciudades de París, Viena y ahora, Praga, y que generalmente son individuos entusiastas de piezas de relojería mecánica con carácter y entienden a la perfección el ADN de la marca –de origen francés– que promueve el sello más reconocido de la relojería, el Swiss Made.
El interior de este espacio, se ha diseñado para vivir un ambiente inequívocamente «aviador», apegado a los diseños de Bruno Belamich, cuyo interior ofrece las cinco líneas de la colección completa, cada una inspirada en un pasaje de la historia de la disciplina alada, además de presentar piezas de alta relojería como los tourbillones de la BR01.
“This long-awaited opening will offer collectors a wide selection of watches in a venue consistent with the aesthetic codes of the brand, and a customized service»: Carlos Rosillo, CEO de Bell & Ross.