La aviación constituye inequívocamente el eje central de la relojería de Bell & Ross que, inspirado en las cabinas de pilotaje, los indicadores y sus informaciones, ha ideado los instrumentos relojeros que más se apegan a estos, resultando –prácticamente– una calca cuya misión es rendir un homenaje a una disciplina que lo tiene todo y cuyos valores se encuentran en las bases de la casa relojera de origen francés.
Es por ello que Bell & Ross, no solamente no se desvía de su herencia, sino que paga tributo a los 70 años de existencia de uno de los escuadrones franceses más respetados de la aviación, el 3.3. Ardennes, dedicado a las labores «caza» de combate. La unidad de élite, tuvo sus inicios durante los tiempos de la Segunda Guerra Mundial y, a partir de ese momento, ha contribuido en diferentes misiones en Yugoslavia, La República del Congo, el Estado de Libia, Afganistán y recientemente en la Operación Serval en Mali. Constituido por 20 aviones Mirage 2000 DS, la totalidad de pilotos cuentan con un lema que lo resume todo: «Ne recule ni ne dévie», que significa «Nunca nos retiramos y nunca nos desviamos».
Para la ocasión, el 20 de septiembre (2013), tanto el escuadrón 3.3, como algunos Rafale «Tiger Meet» y aeroplanos tipo Epsilon de la unidad Cartouche Doré, llevaron a cabo una impresionante presentación de la pericia de sus pilotos y el inigualable manejo de sus aviones, tiñendo las nubes con los colores del escuadrón, al tiempo que para la noche, la celebración se prolongó en el inmenso hangar, donde Bell & Ross cumplió un papel protagónico.