La conexión y el lazo que se forma entre un reloj y la muñeca, es el mismo que motiva a la marca a fortalecer y consentir a sus aficionados, gente que ama las piezas de Bell & Ross y que continúa impulsando a Bruno Belamich y Carlos Rosillo a través de esta aventura horológica que se mudo del avión a la muñeca.
Es así como se forman las historias, gracias a sus apasionados directivos que privilegian el trato amable y puntual, dando seguimiento a las experiencias de compra que algunos de ellos ya ejercieron, pero que probablemente repetirán en algún momento de su vida.
El íntimo evento tuvo lugar el pasado 5 de mayo, y el motivo principal fue agradecer la confianza de quienes depositan en Bell & Ross su esperanza para llegar siempre puntuales, pasión genuina por un concepto relojero que se interesa en Estados Unidos al mismo tiempo que afianza su popularidad en este territorio gracias a la Dirección de Stacie Orloff, Presidente de la marca para América. La velada llegó a su fin no sin antes extender un brindis a la selecta lista de invitados y dar paso al reconocimiento de la colección 2014 presentada en la pasada feria de Baselworld 2014.