Desde la pronunciación de su nombre resulta un desafío, se trata de una manufactura relojera dedicada a innovar, a sorprender a propios, extraños y, en muchas ocasiones hasta a sus mismos creadores y generadores de ideas, Martin Frei y *Felix Baumgartner. *No, no es austriaco ni rompió la barrera del sonido en caída libre, pero ha roto paradigmas relojeros a través de sus creaciones y visualización relojera, que hace uso de la eficiencia germana y excelente mecánica, al tiempo que la baña con un “rocío” de relojería suiza tradicional. Una dupla de excelentes resultados y grandes respuestas a sus propias preguntas, una de ellas, quizá la más importante en la industria: la precisión.
Este año, seremos testigos de una máquina llamada EMC (Electro Mechanical Control), lo que quiere decir, en terminología simple, control mecánico de la marca y precisión del reloj. ¿Te imaginas un dispositivo externo que regule la marcha del mismo de acuerdo a la verificación del isocronismo, y además que pudiera ser ajustado por su afortunado poseedor de acuerdo a su estilo de vida? Suena complicado, y lo es, más aún porque se trata de un reloj 100 % mecánico, que puede ser manipulado a demanda a través de un sencillo ajuste sin necesidad de enviar a la manufactura.
Dicho sistema de monitoreo actúa de manera similar al de un automóvil que regula el velocímetro o el tacómetro de tu deportivo descapotable, nuevas coincidencias entre relojes y motores, que a esta redacción le resultan particularmente fascinantes.
La novedosa máquina de Urwerk presenta cuatro indicadores principales de forma ordenada y separada a partir de una cara frontal que exhibe un diseño tipo bloque de motor, pero que a través de cuatro ventanillas posibilita una lectura increíblemente sólida de: indicador de precisión a demanda en (tasa delta δ) precisión que irá de -20 a + 20 segundos cada 24 horas; segundero en posición de la 1:30 por aguja; horas y minutos a las 5 h y finalmente un indicador de la reserva de marcha dispuesto a las 7:30 horas. La corona completa la experiencia visual situándose a las 6 y un grabado EMC resalta la nueva complicación desarrollada por Urwerk, pero eso no es todo, si damos vuelta a la caja, podremos observar el circuito que regula y monitorea la precisión del reloj, asimismo la dualidad de barriletes acoplados, parte del volante y una “manivela” de carga manual que remplaza dicha acción ejercida a partir de la corona.
“Our idea for EMC goes back almost six years and is a natural continuation of my work as a watchmaker,» says Felix Baumgartner, co-founder of URWERK. “Like all watchmakers, I have on my bench a Witschi – an instrument to test the precision of my work. This impartial and uncompromising judge ‘listens’ to the rhythm of the balance and makes a verdict on the performance of the movement by measuring the timing rate, the number of seconds the movement gains or loses in 24 hours. This device is what I always refer back to; you might say it’s my only boss in the atelier!”
Después de conocer el funcionamiento del reloj, centrémonos en el porqué del mismo al término de las palabras de su creador. Lo que para esta redacción significa lo siguiente: la manipulación del reloj por medio del usuario, le brinda la posibilidad de estrechar su relación con el ritmo de su reloj y su ritmo de vida, que no resulta únicamente una pieza de joyería o un indicador del sitio y momento en el que vive, sino que exhibe su carácter enfocándose en la comunión entre él y la máquina que late gracias a su propia energía.
Elementos que dan vida y garantizan el correcto funcionamiento del reloj: rueda de balance fabricada por ARCAP específicamente para Urwerk, construída en aleación anticorrosiva y antimagnética, garantizando su aerodinámica en función de la pérdida de amplitud; dualidad de barriletes interconectados, montados verticalmente en un solo eje para proveer autonomía de hasta 80 h, capacidad energética en función de la garantía de un desempeño óptimo y estable; tornillo de ajuste al anverso del reloj de fácil acceso para ejecutar los ajustes pertinentes directamente al órgano regulador, acelerando o desacelerando gracias al cambio en la longitud de la espiral; finalmente la acción de monitoreo fue ejercida por Oliver Evalet, desarrollador de software e informática, que logró crear un sistema confiable diseñado para funcionar a largo plazo que obtiene su energía a partir de un condensador de alto rendimiento, lo cual garantiza que dicho avance tecnológico jamás afecte la regularidad del mecanismo.