Una de las principales ventajas de todo periodista, es la de poder conocer un mundo diverso de: tópicos, cualidades, adjetivos y productos, y –específicamente– un comunicador dedicado a la relojería y artículos de lujo, tiene el privilegio de tomar en sus manos aunque solamente sea por unos segundos; objetos que aportan mucho más valor que el concedido por los materiales preciosos con los que se encuentran realizados, es decir, cada uno de ellos se ha valido de un momento supremo de inspiración humana para su representación mental y, posteriormente, de cualquiera que sea la técnica inherente al desarrollo de dicho proyecto.
Pero, en qué momento comienza cada una de estas historias, ¿de dónde parte? Un artículo de lujo vale aún más por el espíritu que transmite y el entusiasmo con el que fue creado, y ello nos confiere –a los periodistas–, la oportunidad de cuestionar a los verdaderos generadores de estos bienes, a los artistas detrás de la idea y visionarios en su comercialización. Razón por la cual, tengo el privilegio de presentarles un fragmento de la obra del ingeniero David Eskenazi, que diera inicio en éste “fascinante mundo de la escritura” hace 12 años, cuando distribuía útiles de menor costo, mismos que continúa promoviendo, pero que años más tarde al entablar una plática con Dante del Vecchio, propietario de VISCONTI, determinara por “ajustar el rumbo” para hacer uso de una visión privilegiada, misma que lo encaminaría a conceptualizar y desarrollar objetos que se atesoran con el tiempo: verdaderas obras de arte de Alta Escritura, que además poseen el valor agregado inherente a las piezas de edición especial, y que fomentan la cultura de nuestro país.
Y así comienza una plática que se extiende por más de treinta minutos de manera natural, comienzo a interrogarlo: ¿Es difícil convencer a las marcas para producir una edición especial que además es numerada? –“Lo difícil es convencerme a mí, este tipo de negocio requiere de la seguridad de inversión por parte de las marcas, es decir, es mi idea y yo respondo por ella. Yo la patrocino de principio a fin, y si creo en mi proyecto invierto de mi bolsillo para realizar un pedido mínimo de plumas, esa es la forma de trabajo. Las casas de alta escritura: VISCONTI (en este caso), Montegrappa, Tibaldi o Aurora tienen la capacidad para desarrollar prácticamente cualquier concepto desde cero, pero requieren de un cierto número de ejemplares para su producción–”, comenta el ingeniero, Director de dichas marcas en México.
La charla con nuestro personaje es convincente, cualidad que me indica otra característica que justifica el éxito de nuestro entrevistado. Pregunto por su relación con el distribuidor final y punto de venta, así como con cada una de las marcas en Italia.
David Eskenazi: No es fácil, en primer lugar debes contar con un buen producto, la idea no es suficiente, la calidad del mismo debe responder a las expectativas del cliente, pues el mantenimiento y la reparación juegan un papel importante. Encontré una fórmula para garantizar que la edición en cuestión sea de interés, y tener a socios como Miguel Ángel o Berger ayudan a aclarar mi visión, pues el trato directo con su base de coleccionistas los guía para tomar decisiones que soportan mi trabajo. Por ejemplo, llego con una idea y cualquiera de ellos –al conocerla– me garantiza, o no, la compra de cierto número de ejemplares. Respecto a la relación con las marcas; viajo a Italia con bastante frecuencia, y a pesar de que distribuyo también plumas alemanas, el contacto con Giuseppe Aquila (Montegrappa) o con Roberto Sacchi (VISCONTI) es muy personal, confían en mí como persona, pero también en mi trabajo, lo cual resulta fundamental, pues optimiza el resultado.
Watches World: ¿Cuánto tiempo le lleva desarrollar de principio a fin una idea?
D.E: Tiende a ser diferente en cada proyecto, dependo de los permisos, si es que requiero alguna imagen oficial. La pluma Tibaldi del Bicentenario me llevó casi dos años, debido a que me revocaron 5 veces el diseño propuesto para el Ángel de la Independencia (ilustrado en el cuerpo de la pluma), pero curiosamente me entregaron la autorización para hacer uso de la imagen de Miguel Hidalgo y Costilla en un par de horas…
Sin embargo, a cada artículo anteriormente descrito, le corresponde una historia, un número de factores que coinciden entre sí para entregar un resultado, y es mi deber como reportero/redactor, reunir, ser testigo y evidenciar mediante este texto, cada elemento presente particularmente en esta historia, que a manera de resumen, resulta un homenaje a uno de los edificios (palacios) más emblemáticos de la cultura mexicana, me refiero a La Casa de los Azulejos, y al artículo de escritura proyectado por el Ing. David Eskenazi, desarrollado por VISCONTI, arropado por Uriarte, y que exhibe a través de su cuerpo –fabricado en resina con motivos de talavera poblana– la riqueza de nuestra cultura: VISCONTI, “La Casa De Los Azulejos”.
De fachada barroca, símbolo del arte novohispano de nuestro país, la Casa de los Azulejos, es producto de la arquitectura del siglo XVI, y conforma la comunión de dos fachadas, una de las cuales se proyecta de cara a la actual calle Condesa, mientras que la otra exhibe su frente a la Av. Francisco I. Madero. Pero dicho palacio no fue transformado a su estado actual sino a raíz de que su –en ese entonces– propietaria, Doña Graciana Suárez de Peredo, regresara a la Ciudad de México y encomendara a Diego Durán, recubrir toda la fachada con azulejos poblanos de talavera, arquitecto que se tomó la libertad de incluir los arcos, columnas y rodapiés de puertas y ventanas.
Disfruta de un paseo por la Casa de los Azulejos, a través de la siguiente galería:
Posteriormente, a principios del siglo pasado y en tiempos de la Revolución Mexicana, los hermanos Walter y Frank Sanborn inauguraron una cafetería, farmacia y tabaquera llamada “Sanborns American Pharmacy”, con ello la creación del primer “Sanborns” –hace 110 años– como lo conocemos actualmente, y que hoy forma parte del conglomerado Grupo Carso, propiedad de la familia “Slim”, motivo por el cual, el ingeniero Eskenazi solicitó permiso a Carlos Slim Domit…
D.E: “Me dijo –‘Vente mañana’– y al conocer la idea concluyó –‘Me gusta mucho tu proyecto, puede ser muy interesante para promover a nivel internacional la Casa de los Azulejos y la cultura mexicana, encantado de la vida te doy la autorización’–. Adicionalmente, Carlos me ayudó con el tradicional ‘número mágico’ de la edición, que corresponde a los años que han transcurrido desde el primer Sanborns, lo cual nos lleva a realizar una producción de 110 plumas roller y 110 estilográficas, fabricadas en un cuerpo octagonal de resina preciosa pintada a mano completada con aluminio para el clip que replica las molduras y la arquitectura del trabajo de cantera del edificio”.
WW: ¿De dónde surge la asociación con URIARTE? y ¿cómo hacer para comunicar a los artesanos italianos el valor de la talavera poblana?
D.E: El contacto se da en una exposición en el museo Franz Mayer, ahí conocí a Mariana Muñoz, responsable de las Relaciones Públicas de la casa, platicamos sobre el proyecto y les interesó de inmediato, pues aunque el estuche está fabricado –a mano– en Italia, la placa de talavera, así como el patrón de los azulejos de la “Casa” presente en la pluma, fueron trazados y finalizados por Uriarte, con lo que además agregamos valor a la pieza, al tiempo que rendimos un homenaje a la talavera, que es algo que a mí en lo personal me enloquece. Para comunicar dicho sentir a los artesanos de VISCONTI, viajé hasta su taller y los convencí a través de la siguiente frase: “La talavera es para México, lo que el oro es para Florencia, ‘el oro florentino’”.
Al término de nuestra plática, y ya sin grabadora en mano, pregunté por sus expectativas y nuevos proyectos, a lo que amablemente el Ing. Esquenazi me contestó: “No vayas a publicar esto eh… (risas). Por supuesto que no, finalizo, y no lo haré, pero les adelanto que privilegia la cultura y el talento mexicano.
“La colección se va a agotar, seguramente para fin de año no quedará ni una pluma, no habrá segunda edición, el que la compró la compró. Me siento muy orgulloso de este proyecto y confío en que repercuta en la gente de manera muy positiva. La talavera y la cultura mexicana deben revivir su herencia, presumirla, y la edición especial VISCONTI, La Casa De Los Azulejos, sin duda aporta su granito de arena”.