Este año 2023 pasará a la historia como uno de los grandes capítulos de Patek Philippe en su historia, lo hará pues la Grand Exhibition “Art Watch” que han hecho en Tokio marca los estándares de calidad de visita, museografía, visuales, objetos y escenas de distintas índoles dentro de lo que ha sido hasta hoy la exposición más grande que ha realizado la manufactura.
Si bien cada una de ellas ha sido más espectacular que la anterior, en Tokio nos ha dejado con una visita de grandes proporciones, no solo por el metraje y los espacios que bien emulan sus propiedades en Ginebra, como el mismo reloj de flores del Lago de Ginebra, como la presencia de artesanos en vivo ejerciendo sus diferentes oficios para lo cual ha venido maquinaria especial con ellos o la impresionante presencia en vivo de todos los movimientos en una manera de enseñarlos única en estuches, columnas que parecen volar y en explicaciones digitales increíblemente libradas con interacción a lupas digital de los visitantes.
Otra sorpresa en «Art Watch» son los relojes especiales que han traído del museo como el Calibre 89, el Star Caliber 2000 –el reloj que presentó para el nuevo milenio–, el Grandmaster Chime de 20 complicaciones y el más complicado de todos, el Sky Moon Tourbillón, increíble pensarlos a todos ellos bajo un mismo techo que no fuera el museo de Patek Philippe en Ginebra. Al mismo tiempo relojes de personajes como James Ward Packard, entre muchos otros de grandes personajes, así como complicaciones que poco se podían creer que estaban presentes como el primer reloj de pulsera con calendario perpetuo conocido de 1925, el hora universal de 1948.
Aderezando toda la riqueza los seis lanzados en esta semana de exhibición, con dos avances tecnológicos especialmente desarrollados y que han requerido patentes, como el primer hora universal con fecha a la hora local, del cual hablamos en otras historias en nuestro portal, así como el cuádruple complicación de cuerda automática, relojes a los que se les une el repetidor de minutos con Hora Universal, con el trabajo del mapa del distrito de Chiba en Tokio, un fase de luna para mujer engarzado con diamantes y dos Calatrava, hombre y mujer, en azul y lila, con estilo renovado.
Así, entre tal escena y potencia relojera de la manufactura que sigue en manos de una sola familia, nos recibe el presidente Thierry Stern, muy sonriente, contento, para platicarnos sus pensamientos…
Los retos enfrentados para organizar Grand Exhibition “Art Watch”
Guillermo Lira (GL): ¿Cuál fue el reto particularmente para preparar todo este evento? Especialmente, considerando las dos nuevas complicaciones. No es solo la exposición, sino también la relojería.
Thierry Stern (TS): Bueno, en cuanto a la relojería sí sabemos cómo hacerlo. Tienes que prepararlo con anticipación, sin duda. Es algo que Patek siempre ha estado haciendo. No puedo decir que fue fácil, pero ha estado en producción desde hace mucho tiempo. El reto real era en términos de la organización, cómo llevarlo a cabo, cómo encontrar un lugar adecuado para este evento, un evento para el cual se requieren 2,500 metros cuadrados. Inicialmente queríamos celebrar este evento en 2019, pero tuvimos que cancelarlo debido al COVID. Esto resultó un poco complicado, por un lado. Por otro lado, nos dio más tiempo para prepararlo.
También era nuestra oportunidad, si puedo decirlo así. Tuvimos más tiempo para dedicar a nuestras artesanías, a la organización. Aquí en Japón lo bonito es que la gente es muy trabajadora. Cuando se les pide que hagan algo, lo hacen. No es tan complejo si sabes exactamente qué quieres conseguir. Todo tiene que estar preparado con mucha antelación. Nos llevó tres años preparar un evento como este. No es algo que decides seis meses antes. El equipo empezó a trabajar desde hace tres años para anticipar todos los detalles: la ubicación, las piezas, los hoteles, los grupos, las reuniones, las ediciones limitadas.
Podríamos decir que las ediciones limitadas fue la parte más fácil. Estamos acostumbrados a hacer nuevas piezas todos los años, sin importar si son limitadas o no limitadas. La parte más difícil es escoger cuál pieza. Cada mercado es diferente. Por ejemplo, aquí tenían mucho interés en tener el color morado elegido por ellos.
En lo que se refiere a Grand Complication, este sí fue elegido por nosotros. Normalmente, cada vez que trabajamos en un reloj con complicaciones, viene de Patek Philippe Ginebra. Por ejemplo, la zona horaria y el color de la esfera fueron solicitados por ellos, lo probamos, se veía lindo y estuvimos de acuerdo.
El 5308 fue elegido por nosotros. Las artesanías las trabajamos nosotros, en gran parte, porque sabemos qué quiere el mercado. Fue fantástico poder trabajar con todos estos diseñadores japoneses, hay tanta historia, tantos aspectos. El reto fue hacerlo realidad. Sabe, siempre es fácil dibujar algo. Pero elaborarlo ya es otra historia.
No obstante, es cuestión de organización. Es nuestra sexta exposición. A estas alturas podemos anticipar los problemas, excepto el COVID, evidentemente. Esa fue la parte difícil. Pero no pasa nada, aquí estamos.
Les menciono que, en cuanto a la cultura, resultó bastante fácil trabajar aquí, porque, cuando tienes una empresa familiar, no necesitas adaptarte realmente a un mercado. Tienes que llegar y decir: aquí estamos, somos Patek Philippe, tenemos un negocio familiar. Así es como trabajamos. Esto es lo que hacemos. Esto es lo que elaboramos. Ellos conocen los relojes. En Japón, la belleza es un factor muy fuerte, el respeto por la calidad es asombroso. No están tan lejos de Suiza en términos de la mentalidad. Así que resultó muy agradable para mi trabajar en este proyecto. Incluso, cuando platico con los japoneses, la forma en que están hablando sobre el grado de detalle, el respeto por la tradición, así como la innovación, todo esto resuena conmigo. Se siente como hablar con una persona suiza. Es lo mismo.
Para mi en lo personal, lo más fácil resultó hablar sobre el producto, la mentalidad y el valor de Patek Philippe con los japoneses, dado que compartimos muchos aspectos con la cultura de Japón. Quizás ellos son un poco más estrictos.
GL: ¿Nos podría platicar sobre su negocio post-COVID?
TS: Honestamente, no nos afectó demasiado. En primer lugar, tuvimos suerte porque siempre hemos seguido la estrategia de trabajar con clientes locales. Cuando llegó COVID, todos los turistas desaparecieron. La mayoría de las marcas que trabajan con el mercado chino resultaron fuertemente afectadas. Nosotros no tuvimos este problema, porque nuestros distribuidores sabían que tenían que apoyarse con clientes locales, lo cual implicó una gran labor para establecer esta red. Al llegar COVID, ya no se pudo viajar, pero nuestros distribuidores seguían vendiendo a los clientes locales sin ningún problema. Enviaban los relojes a domicilio, sabe, siempre se puede encontrar la manera de hacerlo.
Esto no afectó al negocio, en realidad. Pero después tuvimos que cerrar por dos meses, como en todos lados. Para ser franco, fue un descanso agradable. Creo que lo necesitábamos. Todos estábamos muy contentos de hacer esta pausa. Patek Philippe no se encontraba en peligro, era lo suficientemente fuerte. Disponíamos de existencias suficientes de las piezas. Podíamos entregar relojes. Dos meses después, volvimos a reiniciar. Establecimos ciertas reglas, separar a las personas en un espacio físico, entre otras, pero esto no afectó al negocio.
Por otro lado, es importante considerar que somos una empresa pequeña. Producimos tan solo 70,000 piezas. No es tanto en comparación con otros de gran volumen que han sufrido un poco más que nosotros. Pero para Patek no estuvo tan mal.
GL: ¿Cuál es su opinión sobre Watches & Wonders?
TS: No está mal. Creo que es importante estar todos juntos. Es el único momento del año en el que podemos reunirnos y estar todos juntos. De igual manera, ustedes pueden acudir allá en un solo viaje de una sola vez, ver todas las grandes marcas. No hace falta viajar diez veces a lo largo del año, lo cual resulta relevante. Lo mismo aplica a los minoristas, quienes pueden visitar el evento, ver todas las grandes marcas de una vez. Esto es lo que importa. ¿Es importante para la marca en sí? Para ser franco, sin Watches & Wonders podríamos estar muy bien. Una exposición como esta de Japón es muy importante, sin duda, pero no la podemos organizar en todos lados. Implica mucho tiempo y mucha organización. Watches & Wonders ciertamente no es fácil, pero por lo menos es más fácil para ustedes y para los minoristas.
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