Battery Park, Nueva York.- El año pasado el primer boletín de prensa que recibí fue de Montblanc, mismo que era atípico pues provenía directamente de Lambert y hablaba de un accesorio para sus relojes mecánicos; de hecho lo recibí durante el primer par de horas del día 1° de enero de 2015. Hoy queremos honrar sus 24/7 horas de trabajo –lo que me consta− a lo largo de todo el año a través de su actividad diaria. De hecho, lo he visto llegar muy temprano a ciudades como la de México y hemos corrido juntos acabando de aterrizar a primera hora de la mañana; de igual modo, he convivido con él durante largas noches en sus eventos de nuevos productos. Por ello, para nuestra primera entrevista publicada en 2016, captamos ese espíritu en un ambiente especial.
De toda la industria, Lambert es quizás el ejecutivo más dinámico que conozco, en virtud de su nivel de actividad, agilidad de implementación de nuevas ideas y creatividad, así como por su eficaz liderazgo comprobado con hechos. Platicando con él, hicimos un recuento de los 24 meses que ha estado al frente de una de las grandes Casas del Grupo Richemont, la de la estrella blanca: Montblanc. Su visión clara y concreta, ha entregado resultados: lo que llama “Share the Passion for Fine Watchmaking”, ha traído nuevas complicaciones relojeras y la cifra es la mayor que se haya registrado; en este tiempo ha lanzado seis colecciones nuevas y al contar su riqueza de movimientos, llegamos a sumar 24 de su propia manufactura. Como digo, no habían pasado unas horas del 1° de enero de 2015 cuando ya anunciaba la primera gran asociación de un reloj mecánico con un dispositivo electrónico: su “e-Strap”, el cual ya está en el mercado y ahí seguirá. Es la primera ejecución de este tipo de una manufactura de relojes de alcance mundial. En esta ocasión tuve la oportunidad de entrevistarlo en Nueva York, pues como los fundadores de Montblanc hicieron el viaje trasatlántico, me he encontrado con él en Battery Park.
¿Pero cuál es su visión, su intención y el futuro de la relojería? Al respecto nos comenta:
Watches World: ¿Hacia dónde cree que se dirigen los negocios del arte de la relojería?
Jérôme Lambert: Sin duda, éste es un tiempo de retos, en el que vemos nuevas tecnologías, muchos productos novedosos y por lo tanto, la alta relojería está ocupando el lugar que le corresponde. En Montblanc nos ocupamos justo de esa relojería que encanta, por ejemplo, lo más claro de nuestra estrategia es planear cómo presentamos relojes de bolsillo, pues sin ellos no estás completo, pero con ellos y los relojes con altas complicaciones, es como demostramos nuestra pasión por la relojería. Es nuestra manera de enseñar lo más bello, ya que el valor de los productos hechos a mano nos da la oportunidad de expresar quiénes somos. Es como ver la belleza pura, de ofrecer lo mejor de lo mejor.
WW: ¿Quién ganará, los que desarrollan producto o los que además desarrollan movimientos?
J.L.: Creo que en estos momentos van de la mano, pero cada día están más unidos estos dos aspectos. He observado que cada vez más y más clientes piden productos específicos y exclusividad, y nosotros tenemos todos los elementos para satisfacerlos, ya que existe la necesidad de una diferenciación de producto y eso ya lo hemos conseguido. Sin duda es tiempo de diferenciarse uno mismo, con técnica y desarrollo relojero, pero también con diseño.
Tenemos lo que se llama nuestra “firma” en cada producto, lo que significa nuestra habilidad de hacernos diferentes. Lo que sí puedo afirmar es que no habrá ganador en esta industria si desarrolla solo producto genérico.
WW: Las industrias están cambiando, parece ser que lo funcional estará dominando los productos para el cliente como la conducción autónoma o eléctrica en los autos. ¿Cómo ve esto en la relojería?
J.L.: Me parece que los relojes no son solo artículos funcionales. Es decir, la funcionalidad no va a matar al producto en nuestro caso. La tecnología está creando nuevas opciones de relojes, pero no eliminará la belleza y el concepto de contar con un reloj mecánico. O sea, no son menos apreciados por la gente si son mecánicos, sino al contrario.
WW: ¿Qué oportunidades ve si ponemos a convivir categorías como los “Gadgets” y la “Relojería”?
J.L.: Lo que puedo decir es que en nuestra cultura de casa matriz en Alemania, somos muy consistentes. En Montblanc no tenemos el concepto de crear algo para algunos meses y luego cambiarlo, o menos pensar que ya no servirá.
Creo que las empresas en esta industria, o se van cien por ciento del lado de productos tecnológicos, o desarrollan relojes mecánicos, no veo el futuro siendo de las dos. Las oportunidades que contemplo son claras, y por ejemplo me gusta:
-Aprovechar un puente con la nueva generación.
-Mantener la relevancia de la industria de los relojes de pulso.
-Avivar más que nunca los relojes mecánicos, que no sean parte de una historia en libros, ya que hoy hacemos objetos que son compañeros para toda la vida.
-Crear relojes de los que estarás orgulloso de portar toda la vida.
Por ejemplo, nosotros creamos una correa que se puede cambiar; de hecho, su vida normal es de 18 meses. En ese aspecto vimos la oportunidad de algo que pudiera ser un accesorio del reloj, pues ahí hay un claro puente, pero nunca consideramos ser una categoría electrónica aparte de lo que somos.
WW: ¿De qué forma ayuda la tecnología a crear cada día más productos y acelerar su llegada al mercado?
J.L.: En nuestro caso tenemos ambos mundos. La tecnología nos ayuda a controlar procesos y a elevar nuestra calidad, ahí hemos desarrollado una gran área donde nos diferenciamos.
Por el otro lado, si pensamos en Villeret, por ejemplo, hacemos las cosas de manera diferente: somos únicos, tenemos gran creatividad y para generar estos productos excepcionales, se necesitan un pensamiento y ejecución más artesanales.
WW: ¿En función de sus capacidades y velocidad actuales podrían vender diseños o inclusive movimientos?
J.L.: Nosotros ya estamos muy ocupados, y por supuesto que estamos enfocados solo en Montblanc. Es una pasión que nos impulsa a pasar todo el tiempo trabajando. Para cumplir nuestra misión, debemos ver por nuestra Casa, por lo que no tenemos ni el tiempo ni la capacidad de vender y no vemos la manera de hacerlo en el futuro, pues seguimos y seguimos en esta pasión de creación y oferta.
WW: ¿Cómo define un día exitoso?
J.L.: Siempre me motiva que en mi día haya conseguido crear un impacto, que haya podido cambiar un elemento. Cada día es diferente, pero tengo gran capacidad de adaptarme a lo que viene a diario. Aun con esta curiosidad constante, también tengo consistencia para lo que debo hacer día a día.
En la noche pienso en lo que fue bueno en la jornada, y si hay algo que no pasó, doy un salto al próximo día. Siempre es bueno tener un momento de calma para finalmente descansar y dormir.
WW: ¿Qué podemos esperar de Montblanc para 2016?
J.L.: Será un año muy movido; tú ya has visto varias de las cosas que poco a poco lanzaremos, y además nos encontramos en la recta final para las presentaciones del Salón de Ginebra de Alta Relojería. En relojes es bastante lo creado, este año celebraremos el 110 aniversario de Montblanc, estaremos muy activos en las otras categorías, y además tenemos varios programas y productos, todo dirigido a honrar el espíritu pionero de nuestros fundadores. Finalmente, en los instrumentos de escritura tendremos mucha actividad.
WW: ¿Luego de su visita a México en 2015 ya tiene ideas a desarrollar?
J.L.: Bueno, aún no algo concreto, pero ya tengo a mi equipo pensando y creando.
Observando a través de la ventana la Estatua de la Libertad, ubicada en el extremo sur de Manhattan, justo en el lugar en donde desembarcaron los fundadores de lo que hoy conocemos como Nueva York, Jérome Lambert nos recibió con un gran entusiasmo por las piezas que vienen el próximo año… le aseguro que 2016 traerá una magna colección… ¡de tamaño trasatlántico!